Por Barbara Lejtik
(Que usa faldas y pantalones)
Ya de por si el día se presentaba como inusual, lluvia matutina y exceso de emociones.
Arden las redes sociales, desde los chats más conservadores de las escuelas religiosas a las que fui en mi lejana niñez hasta el Facebook, todo el mundo habla sobre el tema. La Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum anunció que de ahora en adelante en las escuelas de la antigua Tenochtitlán las niñas y los niños podrán usar el uniforme de su colegio eligiendo portar falda o pantalón según lo decidan, lo que ahora será conocido como “Uniforme Neutro”.
¡Ahora si es el acabose! ¿En dónde quedaron los valores? Gritan enfurecidas las hordas conservadoras.
Nuevamente los dedos acusadores se levantan furiosos señalando a la ya de por si muy satanizada 4T de estar nuevamente atentando contra los valores de la familia.
El máximo exponente de la opinión desafortunada e inquisidora Vicente Fox Quesada, lamentable personaje de la historia política mexicana cuestiona: ¿Que por qué se priva a los padres de poder educar a sus hijos según sus criterios y valores?
Me pregunto yo: ¿Qué tiene que ver una cosa con otra?
De camino en el coche les pregunto a mis hijos su opinión, los tres coinciden exactamente en lo mismo, es el gusto de cada quien, y no tiene nada que ver la preferencia sexual con la elección de usar falda o pantalón, o si la tiene, para el caso da exactamente lo mismo.
En 1880 una valiente mujer de nombre Amelia Bloomer, feminista o simplemente mujer pragmática, fue la primera en pretender introducir los pantalones como parte del vestuario diario de las mujeres, argumentando que para fines prácticos era mucho más funcional trabajar y hacer distintas labores usando pantalones que vestido, fue apoyada por muchísimas mujeres, obreras, médicos y enfermeras, deportistas que estuvieron de acuerdo con ella. Parece muy lejano, pero aún a mediados del siglo pasado eran aprendidas mujeres por portar prendas que no pertenecían a su género.
Yo misma estoy usando en estos momentos unos cómodos pantalones de mezclilla, me encantan los vestidos y uso faldas y pantalones por igual, dependiendo de la actividad que voy a realizar y del clima, si recuerdo lo incómodos que eran los uniformes escolares y tal vez por eso siempre llevé a mis hijos a escuelas que no usan uniforme.
El tema es ¿por qué tiene que ser institucional que las niñas usen falda y los niños pantalones? ¿Por qué no puede un hombre en este lado occidental de la tierra, usar falda si así lo desea? Y me refiero al mundo occidental porque es buen sabido por todos que en muchísimas culturas los hombres usan falda o bata sin ningún problema y nadie anda haciendo de eso una polémica, tanto en países muy evolucionamos socialmente como en otros mucho más conservadores, durante toda la historia los hombres usaron falda y la fueron sustituyendo por pantalones según sus requerimientos, incluso los Sacerdotes de la Iglesia Católica usan túnicas para oficiar misa, supongo que por conservar la tradición de siglos pasados.
La polémica de los conservadores es si al permitir a los niños usar falda les estás dando “permiso” de abrirse a “ciertas preferencias”, les tengo noticias, ni usar falda o pantalón, o jugar con juguetes propios del género, ni usar el cabello largo o corto tiene nada absolutamente que ver en la orientación sexual de cada individuo, más bien, permitir un poco más de libertad y dejar de ser tan inflexibles evitaría que muchísimas personas vivan en el engaño, pretendiendo ocultar lo que en realidad sienten y quieren, evitaría matrimonios forzados y vidas infelices, la principal razón por la que la gente no se atreve a expresar su preferencia sexual es el miedo al rechazo de su propia familia, el terror a la homofobia y la violencia de quienes se creen con el derecho de ser dueños de la única verdad.
Entiendo perfecto que cada quien tenga su punto de vista y eso es muy respetable, finalmente la diversidad y el respeto al pensamiento del prójimo es lo que nos hace una sociedad libre y evolucionada, lo que no entiendo es por qué habiendo problemas tan graves como la terrible hambruna, el odio racial y el calentamiento global estamos discutiendo y desgarrándonos las vestiduras por un tema de más o menos tela.
¿No deberíamos de ser cada vez más flexibles y menos radicales? ¿No la modernidad, la globalización y la revolución tecnológica deberían por inercia llevarnos a un pensamiento más libre y respetuoso?
Evitar juicios evita violencia y odio. Aceptar y convivir en paz nos hace mejores seres humanos, más inteligentes y más evolucionados.
Con esto me quedo, cuando sea abuela o con mucha suerte bisabuela recordaré estos tiempos de polarización y les contaré a los jóvenes cómo se fueron ganando espacios, primero para las personas de otras razas y religiones, luego para las mujeres y después para los mismos hombres.
