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El gran engaño de la imparcialidad de la autoridad electoral mexicana y otros engaños.
Como si fuera un top de películas de estafadores y/o tramposos de la credibilidad y legalidad a la que debieran estar obligados tanto el Instituto Nacional Electoral el INE antes IFE, y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación han quedado en el peor de los ridículos ante el electorado y los millones de mexicanos, con su decisión de avalar las candidaturas de los mal llamados independientes, que de independientes ya comprobamos no tienen nada, Margarita Zavala de Calderón y Jaime Rodríguez también Calderón.
Hoy por hoy, tanto los magistrados del Tribunal Electoral que decidieron avalarlos aun siendo tramposos, como los mal llamados candidatos independientes, lucen como timadores de la ley electoral y de toda, o de la poca transparencia y legalidad que se pudiera haber esperado tendría el proceso electoral del 2018.
Ya nadie cree que este será un proceso limpio e imparcial, este, ya está viciado de origen a raíz de estas decisiones, la credibilidad hacia las instituciones electorales fue herida de muerte y en estos momentos agoniza dos meses y medio antes de la elección.
Cuando pensamos en la errónea, parcial y sospechosa decisión del Tribunal Electoral (TEPJF) de permitir que aparezcan en la boleta electoral de la elección presidencial del 1 de julio, tanto Jaime Rodríguez conocido como el “Bronco”, y también Margarita Zavala esposa de Felipe Calderón, aun habiendo cometido actos ilícitos, como firmas falsas y registros duplicados en la recolección de firmas de apoyo, para cumplir los requisitos que marcaba el INE, lo que nos viene a la mente son los innumerables títulos del top de películas de tramposos y timadores, entre estas destaca la de “Tramposos” de 1959, que marca el inicio de títulos de los temas de mentiras, trampas y timos.
Se dice que “Los tramposos” es una de las mejores películas de Pedro Lazaga también llamado el padre de la españolada, en esta divertida entrega de trileros (el Trile es un juego normalmente asociado a la estafa que es tradicional en calles concurridas, ferias y mercadillos) protagonizada por Antonio Ozores y Tony Leblanc se desarrolla la secuencia del timo de la estampita, un clásico en el imaginario del cine de barrio de la época; pero que bien podría aplicar al timo a los mexicanos por parte del INE al incluir a estos dos personajes en la boletita aun habiendo cometido actos ilegales.
Por más que el (INE) de Lorenzo Córdova se quiera escudar o justificar, afirmando que el Instituto Electoral solo cumple un mandato del Tribunal Electoral y que debe acatar la resolución, si fueran honestos y no avalaran la trampa se opondrían de alguna manera, o hasta pondrían su renuncia sobre la mesa, en un acto de total desaprobación o desacuerdo, ¡claro! Si no fuera su deseo el de convertirse en cómplices de la trampa de la estampita, digo de la boletita, ya no será como con los trileros, donde quedó la bolita, sino cómo quedó la boletita.
Lo conducente sería que ninguno de los dos tuviera un lugar en la boleta debido a las irregularidades detectadas y comprobadas.
Candidatos y magistrados tramposos, estos argumentan que no se le respetó a los seudo independientes su derecho a que fueran revisadas 810 mil firmas que fueron calificadas como irregulares por el INE, y ¿el respeto a millones de mexicanos que deseamos un proceso lo menos desaseado posible no cuenta ?
Vistos estos acontecimientos, ¿realmente los millones de mexicanos inscritos en el padrón electoral y deseosos de tener una votación que se respete, podemos esperar unas autoridades electorales que no jueguen igual que sus defendidos con trampa? Difícilmente alguien creerá en los trileros, triferos o iferos.
Paloma Ruiz. Comunicóloga por la UNAM, con especialidad en Marketing por la Universidad de Berkeley. Ha combinado a lo largo de su vida profesional el análisis político en diversos medios de comunicación nacionales e internacionales, con el diseño de estrategias de comunicación y las relaciones públicas. Amante del mar y el buceo.