Por. Fernando Coca
X: @Fercoca
Quiere a Canadá como el estado 51 de la Unión. También desea apropiarse de Groenlandia, incluso por la fuerza de las armas. Quiere cambiarle el nombre al Golfo de México por el de Golfo de América. Donald Trump lanza amenazas a 10 días de retomar el poder.
La anexión que pretende de Groenlandia se parece mucho a la que James Polk, el undécimo presidente de los Estados Unidos, hizo de Texas, y después se quedó con el 55 por ciento del territorio mexicano.
Parece que el presidente Trump está convencido de que el Destino Manifiesto del siglo XIX instrumentado por Polk para quedarse con los territorios de Texas, California, Nuevo México, Arizona, Nevada y Utah, además de Colorado, aplica hoy para amenazar a Dinamarca con quitarle los 2.66 millones de metros cuadrados de la isla más grande del mundo.
Aquella frase usada en la campaña de Ronald Reagan en 1980 Let’s Make America Great Again, modificada en 2016 en el proceso en el que Trump se convirtió por primera vez en presidente por Make America Great Again, tiene un componente similar el Destino Manifiesto: el slogan MAGA es relacionado con el racismo en los Estados Unidos y el Destino Manifiesto era considerado por los adversarios del presidente Polk como la justificación (inmoral) de la guerra contra México para expandir a los Estados Unidos y perpetuar la esclavitud en los territorios conquistados.
Experto en bulear a sus contrincantes, Trump le dio la puntilla a un Justin Trudeau para acabar con la estrella del progresismo en América del norte. Humillado, el primer ministro de Canadá tuvo que renunciar no sólo por las burlas del empresario norteamericano, sino que, con eso, sus aliados partidistas lo dejaron solo con una popularidad en los suelos.
Trump usa, veladamente, la intención de cambiarle el nombre al Golfo de México (que pertenece a México, Cuba y Estados Unidos) para “apropiárselo” dada la riqueza energética de la zona.
Las declaraciones del próximo presidente de los Estados Unidos tienen un efecto explosivo que ya tuvo a su primera víctima, Trudeau.
El gobierno de la presidenta Sheinbaum actúa con mayor inteligencia ante los arrebatos del empresario de Nueva York. Bien lo ha manifestado el secretario de Economía, Marcelo Ebrard que, ante Trump, sangre y cabeza fría. Inteligencia.
Se vive un clima de proteccionismo acompañado de expansionismo. Canadá y Dinamarca sufren las amenazas. México tiene herramientas para negociar y hasta confrontar a la administración Trump que iniciará el 20 de enero, no lo duden.