Lecturas del 5 de junio.
Las elecciones del 5 de junio fueron tan sólo una “probadita” con sabor muy amargo para el PRI –principal damnificado– de lo que veremos en el 2018.
¿Qué lecturas dejaron los comicios?
—Ninguna encuestadora estuvo siquiera cerca del resultado –con la salvedad de las impugnaciones– 7 gubernaturas para el PAN (algunas en alianza con el PRD) 5 para el PRI.
El caso más “asombroso” a juicio de expertos en asuntos electorales como Luis Carlos Ugalde, se dio en Chihuahua. Ninguna encuestadora pudo prever la posibilidad del triunfo del candidato panista Javier Corral.
—El hartazgo por los gobiernos –dígase federal o local– que no cumplen o que se han visto envueltos en escándalos de corrupción o con altos índices de inseguridad, se paga efectivamente en las urnas.
—Las alianzas sí funcionan, cuando se trata de candidatos “naturales” despreciados por sus partidos.
-Las triquiñuelas, el acarreo, la compra de votos, las llamadas filtradas, todo el estiércol lanzado para intentar destruir al adversario –las viejas prácticas– ,no necesariamente logran su cometido.
—La autoridad electoral se vio completamente rebasada cuando en la tarde del domingo casi todos los candidatos se declararon vencedores. La confusión era tal, que algunos medios de comunicación, evitaron dar encuestas de salida.
—Lo que veremos serán elecciones cada vez más cerradas.
—No se puede echar toda la maquinaria contra un sólo personaje –llámese Andrés Manuel López Obrador– y descuidar otros frentes.
—Las maquinarias partidistas, el “voto duro” pareciera que se ha extinguido.
Las elecciones del 5 de junio cambiaron el espectro político para el 2018.
Por primera vez el PRI perdió bastiones históricos tan importantes electoralmente hablando como Veracruz, Tamaulipas Quintana Roo y Durango, se quedó sólo con cinco gubernaturas: tres que ya controlaba: Zacatecas, Tlaxcala e Hidalgo; y dos nuevas: Sinaloa y Oaxaca.
La elección para los integrantes de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México estuvo marcada por un abstencionismo de casi el 70%. Los ciudadanos no tenían claro siquiera cómo iban a votar. Morena dominó al PRD en esta elección y refuerza la presencia de AMLO en la capital del país.
Los resultados oficiales se darán el 10 de junio. De confirmarse la victoria panista en 7 entidades, sumadas a las 4 que ya tiene, colocarán al PAN en una posición privilegiada que ni siquiera soñó en las administraciones de Vicente Fox y Felipe Calderón. Por eso la amplia sonrisa del dirigente nacional panista Ricardo Anaya, a quien ya los analistas lo colocan como carta fuerte rumbo a la presidencial del 2018.