Por. Laura Lizette Enríquez Rodríguez
X: @lauraenriquezr
María me contó que el papá de sus hijos dejó de pagar la pensión alimenticia hace más de un año. Al principio, le prometió que pronto se pondría al corriente, pero con el tiempo, las excusas se convirtieron en silencio. María tuvo que duplicar sus esfuerzos para pagar la escuela, la comida y los gastos médicos de sus pequeños. Lo peor no era la falta de dinero, sino la impotencia de ver cómo el padre de sus hijos seguía con su vida sin ninguna consecuencia.
Como ella, miles de mujeres en la Ciudad de México enfrentan esta realidad, y es ahí donde el Registro de Deudores Alimentarios Morosos se convierte en una herramienta clave para hacer justicia y exigir responsabilidad.
Este registro es mucho más que una simple lista; es una medida que busca poner fin a la impunidad de quienes han decidido ignorar su deber de proveer para sus hijos. Pero más allá de la sanción, este registro también permite a las mujeres tomar decisiones informadas antes de establecer compromisos de pareja o convivencia con personas que han demostrado irresponsabilidad financiera y familiar.
En el Instituto de Transparencia de la Ciudad de México cada semana resolvemos múltiples recursos en materia de acceso a la información y protección de datos personales. Justo hace unas semanas en la Ponencia a mi cargo resolvimos un recurso sobre el Registro de Deudores Alimentarios Morosos, donde una persona solicitó información respecto a cuántos nuevos deudores fueron registrados, cuántos hay actualmente, los motivos por los que fueron inscritos, los requisitos que deben de cumplir para dejar de aparecer en el registro, así como los castigos, sanciones o restricciones que se les aplican.
Gracias a esa solicitud de información pudimos conocer que existen 852 personas positivas, es decir, que se encuentran en el registro, 96 personas que fueron canceladas y 6 personas cuya inscripción no fue procedente por falta de algún requerimiento.
Este caso es relevante, debido a que el Registro es una herramienta imprescindible para que la sociedad pueda conocer quiénes han incumplido con sus obligaciones. La clave está en saber cómo llegar a esta información y saber cómo utilizarla con un propósito legítimo: proteger a las mujeres y a las infancias, sin que esto derive en un uso arbitrario o desproporcionado.
El mensaje es claro: no se puede seguir permitiendo que la falta de pago de pensiones alimenticias quede en el olvido. La justicia para las mujeres y para la niñez comienza con acciones concretas, y este registro es un paso firme en la dirección correcta. Es momento de cambiar la narrativa y hacer entender a quienes incumplen que su irresponsabilidad tiene consecuencias. Desde el INFO CDMX reiteramos nuestro compromiso de tutelar el derecho de acceso a la información bajo cualquier escenario, conscientes de que, al ser un derecho llave, permite el acceso de múltiples derechos humanos. Con ello, hagamos lo que nos corresponde.