Adriana Dávila es diputada federal por Tlaxcala. Es militante de Acción Nacional. También fue acusada de estar vinculada a la trata de personas en esa entidad y le dicen que es “más bocona que la chingada”.
La acusación en contra de la diputada Dávila de ser miembro de la delincuencia organizada y de ser “bocona” la hizo el diputado del PT, Gerardo Fernández Noroña. La señaló en el Congreso de Tlaxcala y ahí, el legislador, con su característico estilo le dijo a quienes le escuchaban “pásenme elementos para ponerle una chinga la próxima vez que abra la boca”.
Más allá de la cortesía parlamentaria, de las excusas que ya ofreció Fernández Noroña a la diputada Dávila, lo que se debe condenar es la actitud machista y prepotente de un personaje que ha vivido de generar polémicas en su entorno.
Pero las amenazas en contra de la diputada Dávila no solo las hace en contra de una persona que comparte la responsabilidad de legislar en favor de México, son amenazas que van en contra de todas y cada una de las diputadas y senadoras, incluidas las del movimiento al que pertenece, por el simple hecho de ser mujeres.
La violencia política que ejerció Gerardo Fernández Noroña no ha merecido el extrañamiento contundente ni de su partido, ni de las legisladoras que integran las Cámaras de Diputados y Senadores.
Gerardo Fernández Noroña es un personaje que busca notoriedad mediante escándalos, los que ha perfeccionado a lo largo de su carrera política, pero lo que hizo en contra de Dávila va más allá de llamarle borracho a Calderón o sus desplantes en contra de Porfirio Muñoz Ledo.
Tlaxcala es considerada la entidad “cuna de la trata de personas”. Las bandas dedicadas a esto tienen ramificaciones internacionales. La Comisión Nacional de Derechos Humanos, en su Diagnóstico sobre la Situación de Trata de Personas 2019, afirma que de 2012 a 2017 hubo –según cifras oficiales- 5 mil 200 casos de trata de personas. El 85 por ciento de las víctimas fueron niñas y mujeres.
Son 26 delitos los que engloban la trata de personas, entre ellas la explotación sexual, o laboral a la mendicidad forzada; la esclavitud; la venta de personas o el tráfico de órganos.
La ligereza de Fernández Noroña no tendrá una consecuencia ni legal ni política, aún y cuando la diputada Dávila lo denuncie, pues el diputado Gerardo Fernández Noroña encarna el machismo más enraizado en la cultura mexicana.
Ahora sabemos que el poder de este diputado tiene componente machista, misógino y violento.
La Letrina. Felipe Calderón, quien ocupó la Presidencia de la República de 2006 a 2012, estaba invitado por el Tec de Monterrey para dictar una conferencia. Hubo una campaña para que Calderón no se presentara, pues a 10 años del asesinato de Javier Arredondeo y Jorge Mercado en una fallida operación de las fuerzas armadas. El michoacano jamás se disculpó ni por la muerte de los alumnos del Tec ni por la victimización a los que los sometieron al llamarlos sicarios. Calderón es el responsable de la grave crisis humanitaria y de derechos humanos que vive México.
