Pobre de ideas por decir lo menos, el primer debate entre los aspirantes a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. Desarticulados, nerviosos, trastabillantes y francamente sin consistencia los 7 aspirantes . Decir quién lo ganó es quizá lo de menos. La pregunta que nos deberíamos de hacer es qué ganamos los ciudadanos de esta gran metrópoli tras escucharlos.
Nos dicen en el Radio Pasillo del Instituto Electoral de la CDMX que la más visiblemente tensa se mostró previo al debate, fue la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum. Con cierta actitud arrogante llegó Alejandra Barrales. Nerviosa y se le notó en la transmisión, Purificación Carpinteyro; Marco Rascón, Boy y Lorena Osornio ni fu ni fa pero de esta última el nerviosismo se apoderó tan pronto apareció en la pantalla.
Si usted se aburrió o se decepcionó de escucharlos, prepárese: faltan dos debates más, el 18 de Mayo y 20 de junio. Si pensó que había visto un nivel muy bajo de ideas, le informo que falta escuchar el debate para las 16 alcaldías y 34 para las diputaciones. Es muy probable que estos se transmitan por Capital 21.
Después del primer debate hay en el ánimo de los Consejeros electorales de la CDMX la idea modificarlo, muy al estilo chileno en el que el moderador cuestiona directamente a los aspirantes y evitar que se pierda la interacción y la respuesta rápida entre ellos. ¿Vale la pena la participación de los 7 candidatos? O ¿Valdría la pena poner a los 3 punteros?.
También nos dicen que se perdió tiempo muy valioso en una larga explicación de la mecánica por parte del moderador.