jueves 16 mayo, 2024
Mujer es Más –
SARAÍ AGUILAR

«EL ARCÓN DE HIPATIA»: Romper el silencio sí, pero también en los tribunales

Tras la polémica generada por Donald Trump, quien aseguró haber sido nombrado Persona del Año por la revista Time, finalmente se reveló a quién correspondería el galardón. Para sorpresa, no se trata de una, sino de varias personas, en representación de un colectivo.

Son las mujeres que se decidieron a denunciar el acoso sexual en varias industrias, sobre todo la cinematográfica, y que dio pie al movimiento en redes conocido como #MeToo o #Yotambién. Son las rompedoras del silencio.

La portada de la revista muestra a dos celebridades, la actriz Ashley Judd y la cantante Taylor Swift, y a la ingeniera Susan Fowler, quien dio a conocer una cultura de machismo laboral dentro de la empresa Uber.

Completan el cuadro dos no famosas: Adama Iwu, quien impulsó una carta para denunciar acoso en el congreso de California, y una inmigrante mexicana que, por protección, aparece con el seudónimo Isabel Pascual.

Este quinteto representa a  “cientos de otras mujeres, y muchos hombres también, que han desatado uno de los más rápidos cambios en nuestra cultura desde la década de los 60″.

No obstante, apenas se había publicado en Internet la portada, y antes de que se alcanzaran a disfrutar las mieles del triunfo feminista, las voces criticas dentro del movimiento empezaron a cuestionar la ausencia de la también actriz Rose McGowan en la portada de Time.

McGowan fue una de las primeras en acusar al empresario hollywoodense Harvey Weinstein, por lo que, para muchas, resultaba ilógica su ausencia. Los cuestionamientos podían resultar válidos, pero el complemento de la inconformidad incluía la molestia por la inclusión de Taylor Swift. Ésta última no se cuenta entre quienes denunciaron a Weinstein, y durante mucho tiempo ha sido señalada por los colectivos feministas de sólo usar la causa como propaganda a beneficio personal.

Lo que distingue a Swift es que ella llevó su caso a tribunales, al acusar al DJ David Mueller de haberla tocado sin su consentimiento: “Fue definitivamente un manoseo, un manoseo muy largo. Fue intencional, se quedó agarrado a mi trasero. Noté como me agarraba el trasero por debajo de la falda”.

La cantante ganó el caso y solicitó una compensación de un dólar porque lo que realmente pretendía, explicó, era que el litigio sirviera “de ejemplo a otras mujeres que pueden resistirse a revivir públicamente actos igual de humillantes e indignantes”.

En la situación de Rose McGowan, el panorama es distinto. Ella es una de las mujeres que alcanzaron acuerdos económicos con Weinstein a cambio de no denunciar al productor por acoso.  McGowan, de acuerdo con la BBC, recibió 100 mil dólares en 1997 después de que el productor tuviera “un episodio” con ella durante el festival de cine independiente de Sundance de ese año, cuando la actriz tenía 23 años. McGowan ha precisado ahora que “el episodio” fue una violación y denunció que la productora Amazon Studios ignoró su caso y, como represalia, canceló una serie escrita por ella que ya había sido aprobada.

¿Cuál es la diferencia para que un caso con el debido proceso y sancionado por la vía legal sin  retribución económica sea demeritado, y una acusación posterior a una compensación económica por silencio sea revindicada por el mismo sector de la población?

Cabe destacar que, bajo ningún concepto, ningún tipo de conducta sexual sin consenso es justificable. Pero tampoco ninguna denuncia debe ser demeritada por el perfil del denunciante.

No se trata de levantar adalides del feminismo, sino mujeres de carne y hueso, con voz para posicionarse en la esfera social y laboral contra la violencia sexual.

Es hora de dar cauce a este levantamiento de voces. El linchamiento mediático nunca será suficiente castigo para criminales sexuales o de ningún tipo. Va siendo hora de que pasemos de la acusación a la denuncia. Que las voces no se ahoguen en la gritería virtual y que esos delincuentes paguen en el mundo real.

Eso sólo será posible cuando las víctimas no se pierdan en élites y seamos simplemente mujeres apoyando a mujeres, diciendo #YoTambien apoyo a todas las víctimas.

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