El filósofo y escritor Aaron James publica “Trump: ensayo sobre la imbecilidad”. Hace una serie de cuestionamiento y explicaciones de por qué Trump ha llegado hasta dónde está. ¿Qué implicaciones tiene la imbecilidad?
Sí, ya sabemos que dice tonterías como que hay levantar un muro en la frontera con México. Sí, ya sabemos que insinúa que alguien, si así quisiera, podría acabar con la vida de Hillary Clinton o que se debe evitar la entrada de todos los musulmanes porque son terroristas. Todos los días escuchamos una y otra vez disparates de todo tipo, pero ¿Qué creen? A menos de 50 días de las elecciones en el país más poderoso del mundo, ese hombre rubio-colorado con gran copete despeinado, grosero, racista políticamente incorrecto, inculto y ofensivo, Donald Trump podría convertirse en presidente de Estados Unidos, al menos así indican las últimas encuestas.
¿Cómo ha llegado tan lejos? ¿Por qué cada vez conquista a más estadounidenses? ¿Cuál es el verdadero peligro que representa no sólo para el país que desea gobernar sino para el mundo? ¿Porqué Donald Trump ha llegado hasta dónde ha llegado?
Todos estos cuestionamientos y más los hace y responde el ensayista y filósofo estadounidense Aaron James en el libro: “Trump: ensayo sobre la imbecilidad”. James define a Trump como un hombre espectáculo, una especie de pájaro bobo. Un hombre que dice en público lo que muchos piensan: “los políticos son unos estúpidos, flojos, de lo peor. Esa candidata está fea, horrorosa; yo soy el mejor, soy un ganador y sé cómo resolver este problema”.
Al cuestionarse por qué nadie aparentemente le está poniendo un alto a su ambición presidencial, en realidad dice James, “a la mayoría – estadounidenses- nos gustan los payasos bobos. Trump como tal se muestra en parte ajeno y eso resulta divertido de veras, además de ser en cierto sentido muy humano. Es como la pantomima de golpe y porrazo, una forma pura de comedia. Por lo tanto, nos sentimos atraídos por él aún asqueados y quienes lo apoyan olvidan o pasan por alto sus transgresiones”.
James hace un recuento de las barbaridades dichas por Trump y pone -desde mi punto de vista- el dedo en la llaga: Trump –dice- es un fenómeno “nuevo que encaja a la perfección en un era de entretenimiento en la red y de verdadera confusión entre lo virtual y lo real”. Y puntualiza: “Trump no habría existido en los tiempos en que los medios trasmitían un mensaje distinto y el público se centraba en anhelos espirituales más intensos”.
Sí, ese hombre-espectáculo-pájaro bobo-imbéci,l como lo define James, fue también inflado o ayudado por los medios de comunicación tradicionales y redes sociales, ávidas del escándalo y de entretener a las masas que además están enojadas porque ya se les ha esfumado el sueño americano, padecen el desempleo y sienten que los políticos “correctamente políticos” no han cumplido con sus expectativas. Coctel letal.
Y cuando priva el descontento, priva el voto irracional, como apunta Isabel Turrent. Acordémonos del Brexit.
La pesadilla, recuerda Aaron James, comenzó en abril del 2011. Era la cena de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca. Ahí Obama se mofó abiertamente de las insinuaciones de Trump de contender en la carrera presidencial. Con ese episodio comenzó una “carrera furiosa” de Trump efectivamente por la presidencia. “Se rieron. Ya no se ríen de mí” –recordaría el magnate-.
Dice el filósofo estadounidense que es exagerado comparar a Trump con Stalin o con Hitler, porque es tan “tonto” que no tiene ideología. Pero advierte: tampoco es un Berlusconi payaso y mujeriego, es un hombre que podría ser la figura principal que inicie un “sistema capitalista imbécil”… con todas y sus múltiples e impredecibles -aún- consecuencias. Cuando acabo el libro de James, veo la última encuesta: Trump adelanta a Hillary en estados clave como Florida, Ohio y Carolina del Norte, de acuerdo con la web de análisis político Five ThirtyEight.
