La vorágine y rapidez con las que actúan las redes sociales y los medios, son capaces de confundir al más ecuánime de los mortales.
Tiene razón el periodista español Pascual Serrano: exceso de información es igual a desinformación. ("Desinformación", cómo los medios ocultan el mundo). La vorágine y rapidez con las que actúan las redes sociales y los medios, son capaces de confundir al más ecuánime de los mortales. Y es que el fenómeno de confusión no tiene marca de exclusividad.
Aquí algunos casos emblemáticos:
¿Alguien sabe en qué punto se encuentra la investigación del caso Ayotnizapa? Pertenecían al mismo grupo de investigadores los que primero dijeron que "era imposible" la incineración porque "incluso hasta había llovido"; y los que después dijeron qué al menos 17 personas habrían sido incineradas en el basurero de Cocula. Además de dudas, que fue lo que exactamente aportaron los integrantes de expertos independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ¿qué dicen los padres de todo este embrollo? Un caricaturista del Reforma ilustraba así el caso Ayotzinapa: una víbora enrollada, echa bolas. Así nos sentimos muchos con este terrible, e infame hecho ocurrido la noche del 26 de septiembre del 2014 en Iguala.
El pasado 20 de abril se registró una explosión en el complejo Petroquímico de Pajaritos. A la media hora de ocurrir, la Secretaría de Protección Civil del estado de Veracruz, subió a redes una foto que ilustraba de manera impresionante el momento. Muchos la compartimos en redes. Resulta que sí era una explosión de una refinería, pero ocurrida en Libia en años pasados. Y de ahí la cascada de especulaciones. Luego sobre si era una empresa privada Mexichem o Pemex la responsable de responder a los deudos. Hubo videos subidos que incluso sugería que Pemex había asumido la responsabilidad para tapar a la empresa privada. ¿Alguien investigó que es Mexichem y desde cuándo comenzó sus operaciones en alianza?
Hablando de Veracruz, después del encándalo de la presunta violación de la joven Daphne por un grupo de Junior jarochos conocidos como "Los porkis", ¿efectivamente sí los está buscando la Interpol? ¿Han ayudado las autoridades a la presunta víctima? ¿Alguien sabe cómo el padre de Daphne pudo reunir en un sólo lugar y sesión a todos los "Porkis" y hacerlos confesos? ¿Ya presentaron denuncia las más de 20 víctimas, que según una periodista, habrían sido víctimas también de los Porkis?
Pero como le digo, el grado de confusión no es nacional.
¿Alguien sabe con certeza de qué se le está acusando a la presidenta Dilma Roussef para ser destituida? ¿Es por corrupción efectivamente? ¿Es cierto que más del 50% de los diputados del Congreso Brasileño tiene algún pendiente con la justicia como pública El País? ¿Y qué pasó con la investigación contra el expediente Lula Da Silva?
En días recientes, me sobrecogí con la noticia de que al menos 400 personas provenientes de África se habrían ahogado al intentar llegar a fiestas europeas. Algunos medios publicaron en sus portales esa lamentable tragedia. A las horas se supo que en realidad un medio local etíope habría difundido "la posibilidad" de que se hubieran ahogado porque no se sabía dónde estaban.
El el caso de los Panamá papers, ¿alguien sabe por qué que en los más de 11 millones de documentos no figura un estadounidense? ¿Por qué si hay más de 33 mexicanos inmiscuidos con los paraísos fiscales sólo se menciona insistentemente al empresario Juan José Hinojosa, dueño de Higa?. Todos los que ahí aparecen son delincuentes?
Podría escribir otras 10 páginas con ejemplos de casos en los que, a mi juicio, reina la confusión. O me perdí o sencillamente no entiendo. O es que efectivamente hay "fuerzas oscuras" que quieren perdernos. ¿No será que Serrano tiene mucha razón al señalaer que en realidad estamos enterados de todo, pero informados de nada? Ojalá que ese mar de confusión en el que todos andamos nadando, no nos termine de hundir en el terrible abismo de la impunidad.