John Reed amaneció una mañana de 1981 convertido en una película, en unas Campanas Rojas medio soviéticas (Красные колокола), medio italianas (Campane rosse) pero muy
El Che e Hilda, el argentino y la peruana, ambos exiliados, vivieron en México todas las etapas de una relación sentimental: exiliados reencontrados, pretendientes, novios,