COLUMNA INVITADA "Xingona": Xóchitl por Ivonne - Mujer es Más -

COLUMNA INVITADA “Xingona”: Xóchitl por Ivonne

Por. Marisa Iglesias

@marisaiglesia10

“Me daba hueva la política”, le confesó a Ivonne Melgar la actual candidata a la Presidencia de la República por el frente opositor PRI-PAN-PRD (A mí me da hueva el nombre Fuerza y Corazón por México). Pero de inmediato le agarró el gusto. O la política le tomó el gusto a ella, a esta mujer atípica, digamos, para no empezar este texto haciéndole elogios.

Dejemos atrás la sangre indígena, la violencia del padre, la pobreza y las gelatinas. Ya está demasiado platicado. Igual que el cuarto de azotea en Iztapalapa y los muchos horrores que vivió en sus primeros meses en la CDMX a los 17 años, todo bien narrado por Ivonne. Yo me engancho con la historia cuando una joven empresaria exitosa acaba por dejarse seducir por la política, esa que le daba hueva. Luego de un primer encuentro en que ella le confiesa que no votó por él, Vicente Fox, ya presidente electo, la convence. “Hubo una química cabrona”, evoca ante Ivonne. Y con un hijo de 2 años y meses, mucho trabajo en sus empresas y cero experiencia, Xóchitl acepta ser la Comisionada de Asuntos Indígenas del primer gobierno panista de la historia de México.

Desde el principio hizo ruido y generó amores y animadversiones. Se declaró pro zapatista, criticó la reforma a la Ley Indígena, tan aplaudida por Fox y el Congreso y tan fallida para ella y para los propios zapatistas, y hasta le renunció al presidente. Esta mujer era rara, por decir lo menos. No conocía, ni le importaban, los códigos tradicionales de conducta en la política, pero tenía buen olfato. Así lo registra Ivonne.

Ya encarrerada en su nuevo mundo, la siguiente batalla fue por dinero. Peleó como loba por el presupuesto para su oficina y lo que quería llevar a cabo: electrificar comunidades, construir caminos, hacer escuelas, reforzar la nutrición de los niños indígenas. Mil veces topó con pared y mil veces insistió. Narra Ivonne la anécdota en que en un vuelo a La Paz, Baja California cuando se dirigían a la décima cumbre de la APEC en 2002, irritó a Fox al grado de que éste le vociferó que no tenía más dinero y Xóchitl le respondió: “Se me acabó la saliva, presidente. O me da dinero o no tengo nada que hacer en su gobierno. Lo mío no es echarles cuento a los indios”. Unos días después Fox le comunicó que había pedido a Hacienda una partida adicional para ella. ¿Qué hizo Xóchitl? Pedirle el doble.

Quizá para mí lo más disfrutable de XINGONA, el libro de Ivonne, fueron las anécdotas, que pintan al personaje Xóchitl como miles de adjetivos no podrían. Recupero algunas: Le reclama al secretario de Hacienda, Francisco Gil, por haberle reducido una equis partida presupuestal. Lo encara en un evento público y se levanta el huipil. Le dice: “Me dejaste sin fondo, Paco. Regrésamelo o te enseño más y te aguantas porque las indias no usamos calzones”. ¡Coño!… Habría matado por ver la cara de “Paco” y registrar su respuesta. Otra maravillosa: Acuerda con el entonces gobernador de Durango, Ángel Sergio Guerrero Mier, una inversión para electrificar la sierra tepehuana. Guerrero Mier no cumple y el gobernador entrante, Ismael Hernández Deras, pretende lavarse las manos. Xóchitl lo balconea ante Fox, fiel a su estilo: “Si me hubiera casado con uno de Durango me quedo virgen, porque no cumplen”, le dijo al presidente. A los pocos días el gobernador entregó los apoyos comprometidos y Xóchitl le dijo a Fox que ya no era virgen. El duranguense había cumplido. Otra que amé: Xóchitl se reúne con indígenas mazatecos en la cuenca del Papaloapan, en Oaxaca. Le relatan que se construyó una presa, inundaron sus comunidades, electrificaron otras en Nuevo León y ellos seguían sin luz. Xóchitl le cuenta a Ivonne: “Llegué emputada a la oficina de escuchar tantas injusticias. Agarré mi teléfono rojo y le dije al director de la CFE: ‘Oye Alfredo (Elías Ayub), está muy cabrón que ahí se produzca la electricidad y que la gente no tenga luz. ¡Me ayudas a electrificar o yo les ayudo a volar la puta cortina de la presa”. ¿Qué más decir? Esa es Xóchitl.

La política se le había metido en las venas. Después de eso, en 2010 Xóchitl buscó ser gobernadora de su estado, Hidalgo, y perdió, aunque dio una batalla que nadie hubiera imaginado. Volvió a la CDMX y en 2015 ganó la alcaldía Miguel Hidalgo, en donde hizo una administración que se recordará por, “meter en aprietos”, como dice Ivonne, “al gobierno central, la SEDUVI, el INVEA, a exfuncionarios de la Delegación, y a constructores. Retiró licencias, interpuso denuncias por usos de suelo indebidos y DEMOLIÓ 18 construcciones irregulares”. Vaya…

Después se volvió una senadora sui generis, incómoda al gobierno casi siempre, pero apoyadora cuando algo la convencía. Es el caso de los programas sociales del presidente AMLO. Error trágico para él, dirían los griegos. Se equivocó al difundir que Xóchitl los rechazaba. Ella pidió derecho de réplica, él se lo negó, ella consiguió un amparo, y con él bajo el brazo fue a tocar la puerta de Palacio Nacional para que le dieran acceso a la Mañanera. Se lo volvieron a negar. Hoy es candidata a la Presidencia.

XINGONA es un libro que documenta una historia de vida formidable y una trayectoria profesional fascinante. Sí, está contada desde el cariño, pero también desde el rigor periodístico de Ivonne Melgar, periodista desde hace 34 años. A los que conocemos a Xóchtil, XINGONA nos reafirma el gran personaje que es esta mujer chingona, pero para quienes no la conocen, este libro es una gran oportunidad para descubrirla.


TE RECOMENDAMOS

“Xingona. Una mexicana contra el autoritarismo”, una forma de reivindicar el valor del periodismo: Ivonne Melgar

Related posts

DESDE LA IMAGEN: No va a ganar Xóchitl

SALA DE ESPERA: Signos de temor

EL ARCÓN DE HIPATIA De playeras y gallinas: el servicio público visto como meme