COLUMNA INVITADA #EsClaudia: candidata del odio, corrupción y muerte - Mujer es Más -

COLUMNA INVITADA #EsClaudia: candidata del odio, corrupción y muerte

Por. Elena Chávez

 

Escribir sobre la candidata de Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum, es tan fácil como decir que su trayectoria política de reduce a la sumisión sistemática de una mujer ante un hombre. Desde siempre, en cuanto se conocieron se dio la conexión insana por parte del actual mandatario de asumir su papel de macho frente a una a mujer que para tenerlo contento traicionaría hasta a su propio esposo, como señalé en mi primer libro El Rey del Cash.

Él sabía que podía ejercer su condición de macho frente a una mujer dispuesta a todo con tal de tenerlo contento y, ya los estamos viendo, que a la larga se beneficiaría personal, económica y políticamente.

Es así como Sheinbaum quitó de en medio a todos los hombres que tontamente, porque no se les puede llamar ingenuos, pensaron que López Obrador, ya sea por compadrazgo o porque lo beneficiaron con “moches” a empleados o robo al erario público, les devolvería el favor haciéndolos candidatos a la Presidencia de la República. Me refiero específicamente a Marcelo Ebrard y Adán Augusto López, quienes agacharon la cabeza para levantarle la mano a la científica que, como su mayor “contribución” (sic) al medio ambiente, levantó los segundos pisos en la Ciudad de México sin ser arquitecta o ingeniera. Sembró cemento sobre cemento.

Con el consabido “lo que usted diga señor presidente”, Sheinbaum se convirtió en la candidata presidencial de López Obrador, heredando con ello los negativos que han marcado al tabasqueño antes y ahora como hombre y servidor público: el recalcitrante odio que lo mantiene activo; la corrupción que le escurre de pies a cabeza y los casi 180 mil muertos en lo que va de su sexenio.

Sheinbaum, debo decirles, traía sus propios rencores y corrupción, solo le faltaban los muertos que como delegada de Tlalpan y luego como Jefa de Gobierno generó. Les explico. Al exhibirse públicamente a su anterior pareja, Carlos Imaz, como uno de los corruptos que fueron grabados por el empresario Carlos Ahumada y confesar que les dio dinero en cash para irse de vacaciones a París, el odio la consumió. Sobre su corrupción, está a la vista de todos: los segundos pisos. Cobijada bajo el manto de López Obrador escondió por años a la ciudadanía la información sobre los costos reales de la obra.

No podía gobernar sin echar andar las mismas políticas públicas erradas con las cuales su jefe, el inquilino de Palacio Nacional, engañó a millones de mexicanos: la austeridad republicana que en en el terremoto de 2017 mató a 26 personas en el Colegio Rébsamen, 19 de ellas fueron niños. Sus primeros muertos. Ya como jefa de Gobierno, desvío los recursos destinados al mantenimiento del Sistema Colectivo Metro y el 3 de mayo de 2021 se colapsó una parte de la Linea 12 hecha por Marcelo Ebrard. Ahí murieron 27 personas, uno era menor de edad. Sus segundos muertos.

Sheinbaum, como lo menciono en mi libro El Gran Corruptor, se acostumbró a ver a los muertos como una cifra solamente, por lo que, en complicidad con su secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, acordaron, de acuerdo a testimonios de policías capitalinos, tirar a los difuntos que les dejaban los criminales al Estado de México para presumir una baja en la incidencia delictiva y asegurar que su estrategia de seguridad funcionaba a las mil maravillas. Más muertos sobre sus hombros.

La pandemia le dejó a Sheinbaum miles de muertos que trataron de tapar creándoles actas de defunción con diagnósticos que no llevaran la palabra COVID. Más muertos en su historial…faltan feminicidios y desaparecidos, entre otros hechos que, le guste o no, la convierten en la candidata del odio, la corrupción y la muerte.

#EsClaudia solamente un eslogan que no debiera preocuparnos o darnos miedo, pero la mujer que lo utiliza sí. Sheinbaum está totalmente mimetizada a la personalidad de Andrés Manuel López Obrador, al grado de que para ganarse la confianza de los mexicanos ha tratado hasta de imitar el acento tabasqueño sin éxito. Sheinbaum sabe que su campaña y triunfo depende de que el tabasqueño haga su campaña desde Palacio Nacional, de utilizar los recursos públicos para comprar la conciencia de quienes por hambre venden su voto. Sheinbaum es tan peligrosa como lo es su mentor para nuestro país porque traiciona, roba y miente con una facilidad que, al menos para mi, no me sorprende.

#EsClaudia la candidata de la continuidad, de la destrucción, de la extorsión, de la venganza política, de la impunidad. Es la mujer que promete un segundo piso sí, pero para acabar con nuestra democracia, para hacernos esclavos, para generar más pobres e ignorantes y para encumbrar a los narcos al grado de convertirlos en senadores de la República. Es la marioneta que cuidará que Andrés Manuel López Obrador no sea llevado a juicio por los delitos cometidos contra México y los mexicanos.

#EsClaudia el nuevo peligro para México

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