«ACTOS DE PODER» Pernos, la gran mentira - Mujer es Más -

«ACTOS DE PODER» Pernos, la gran mentira

Por. Fernando Coca

El lunes 3 de mayo de 2021 murieron 26 personas.

Viajaban en un tren de la Línea 12 del Metro. Pasaban de las 10 de la noche, todos regresaban a sus casas luego de su jornada cotidiana.

Desde el momento en que se conoció del desplome de la trabe de la inter-estación Los Olivos-Tezonco, el gobierno de la Ciudad de México comenzó a “politizar” la caída de la estructura de la Línea Dorada.

Aunque la jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum sostenía que el accidente mortal no debía llevarse a la arena política, ella y su gente comenzaron a reeditar la guerra mediática en contra de Marcelo Ebrard, quien promovió la construcción de esa línea siendo el jefe de Gobierno de la Ciudad, igual que lo hizo Miguel Ángel Mancera.

La Línea 12 cerró por año y medio en la administración de Mancera y con Joel Ortega como director del Metro. Argumentaron una falla inverosímil para cerrarla. Pero ellos tenían la narrativa en sus manos y se llenaron cientos de planas y minutos que se hicieron horas en radio y televisión.

Fuimos pocos los que nunca creímos que el desgaste ondulatorio fuera la causa por la que cerraba el Metro que va de Tláhuac a Mixcoac. Ese fenómeno se da en todos los trenes férreos del mundo.

Me puse a investigar. Y en efecto, no había razones para cerrar la Línea 12. La trama política instrumentada en la administración del hoy senador Mancera tenía como principal objetivo descarrilar la carrera política de Marcelo Ebrard. Mancera quería ser presidente de México, al menos candidato y dos personajes de la izquierda le estorbaban: Ebrard y Andrés Manuel López Obrador.

En su lógica, si le pegaban a Marcelo Ebrard y lograban nulificarlo políticamente, López Obrador perdía a su mejor operador político y su colaborador más leal. Así, Mancera, incitado a buscar la candidatura independiente por Miguel Ángel Osorio Chong, entonces secretario de Gobernación, se lanzó en contra de su principal y único promotor político.

En Línea Dorada, los lobos al acecho. ¡Quién ordenó cerrarla? Desvelamos la estrategia mal diseñada y peor operada para destruir políticamente a Ebrard y López Obrador. Mancera solo es senador de la República, de Joel Ortega no se sabe nada públicamente y los demás operadores del linchamiento en contra de Marcelo Ebrard no se sabe mucho.

En 2017, el gobierno de Mancera y el director del Metro, Jorge Gaviño, perdieron un juicio con el Consorcio Constructor. La ciudad, nosotros, tuvimos que pagar más de 2 mil millones de pesos porque el gobierno que demandaba indemnización de los constructores de la Línea 12 del Metro. ¿Saben por qué perdieron Gaviño y Mancera el caso? Pues escondieron la documentación de cómo operaban el Metro desde el 8 de febrero de 2013.

No había manera de comprobar sus reclamos y, un cuerpo de peritos le dijo a la jueza que llevaba el caso, que los detalles y vicios ocultos de la Línea 12, incluida la obra civil, se había realizado de acuerdo con lo contratado.

Cabe mencionar que en los 18 meses que estuvo cerrada la Línea 12, la administración de Mancera le incrementó 9 mil toneladas de peso al Viaducto Elevado. Eso fue determinante para el desplome de la Línea 12 el lunes 3 de mayo de 2021. Además, desde el momento mismo en que recibieron la línea (8 de febrero de 2013), dejaron de darle el mantenimiento ordenado en los manuales de operación y mantenimiento que les entregaron los constructores.

Luego vino una serie de sismo, el más dañino fue el del terremoto del 19 de septiembre de 2017. Dijeron que hubo daños, pero con las reparaciones, soportaría otro sismo de esa magnitud o mayor. Al menos de eso se ufanaba Jorge Gaviño en su papel de director del Metro.

Cabe mencionar que las tareas de mantenimiento las hace una empresa francesa, TSO, y otras compañías mucho más pequeñas. Pero el mantenimiento fue de deficiente a nulo. Por eso se fue al piso la trabe de la Línea 12.

Desde el 8 de febrero de 2013 hasta el lunes 3 de mayo de 2021, las tareas de mantenimiento, reitero, o fueron deficientes o nulos.

Para investigar las causas del desplome, Claudia Sheinbaum contrató a una empresa con las credenciales, según ella, suficientes para esclarecer la caída de la trabe. Pero lo que en realidad buscaba era un peritaje que la deslindara a ella de toda responsabilidad penal, administrativa y política del desplome que provocó la muerte de 26 personas. La empresa que contrató es DNV.

DNV presentó dos informes. En el primero señaló como una de las causas del desplome la falta de pernos Nelson. Coincidía con un reportaje de The New York Times que indicaba que eran unos pernos los que habían fallado.

El segundo informe, que presentaron como el fase 2 y último, también.

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