Por. Fernando Coca
Nunca pensé que los servicios de inteligencia del Estado mexicano fueran tan infantiles. Miren que poner Los Maléficos a quienes espió durante el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018) es ridículo.
El maléfico mayor era denominado El Gallo. Hoy es presidente de México y era el principal opositor al entonces presidente. ¿Qué buscaban y qué no encontraron los espías de Peña a Andrés Manuel López Obrador? La derrota del priismo peñanietista está a la vista de todos.
A varios de los colaboradores de López Obrador también los alambrearon: Olga Sánchez Cordero, Santiago Nieto -al que chantajearon siendo procurador contra Delito Electorales-, a Gertz Manero y más.
De los personajes a los que Peña Nieto y su secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong mandaron a espiar (aunque el hidalguense lo niega, lo cual nos haría pensar que si lo que el ahora senador dice es cierto, ¿en manos de quién estuvo México en ese sexenio?) están Víctor Trujillo y Carlos Loret.
¿Qué querían saber de Víctor Trujillo en Los Pinos o en Bucareli? El Mañanero fue el programa más transparente de la televisión. Nunca se dejó de criticar y señalar el mal gobierno de los expresidentes de México desde que salió al aire en 1994. Ni Zedillo, ni Fox, menos Calderón o Peña se libaron de los comentarios de Brozo. Hay registro de todo eso en canales como YouTube.
¿Acaso el enojo de los tricolores era el Chang, Cheng, Ching Chong… con el que se presentaban las notas alusivas al pésimo trabajo realizado por el encargado no solo de la gobernabilidad sino de la seguridad de los mexicanos? ¿Fue el Henry Monster Peña Nieto, como llamaba Bozo al copetudo presidente vanidoso y superfluo lo que provocó que se ordenara espiarlo?
¿Y qué con Carlos Loret? ¿Revelar el caso de Tanhuato fue lo que movió al gobierno de Peña ponerlo en la lista de las escuchas ilegales? ¿Acaso fueron lo videos de cómo se les fugó el Chapo de la cárcel de alta seguridad?
Víctor y Carlos, ambos señalados por las huestes del ala dura de morenismo, son acusados de callar como momias y de ser parte de “la mafia del poder”. Si eso fue cierto, entonces ¿por qué Peña los espiaba?, ¿para qué los alambreó Osorio Chong?
Algo me consta: cuando los políticos o sus maniobreros oficiales u oficiosos se quejaban de alguna nota o comentario hecho por Brozo en su Mañanero, siempre se le ofreció el derecho de réplica. Nunca aceptaron ir.
La Letrina
Dos grandes diferencias entre Maxwell Smart y Enrique Peña Nieto 1. El Súper Agente 86 es simpático. 2. El espía del teléfono en el zapato, siempre ponía en su lugar a Caos.