«DOLCE ÁLTER EGO» Temporada de tunas - Mujer es Más -

«DOLCE ÁLTER EGO» Temporada de tunas

Por. Gilda Melgar

Recuerdo bien la primera vez que probé el nopal. De hecho fue el mismo día de mi llegada a México. Este país me recibió con un menú que incluyó chamorro, tortillas, salsa verde, agua de jamaica y ensalada de nopales.

Si bien mi primera impresión gustativa sobre los nopales no fue desagradable, su sabor terroso y ácido con la sensación babosa resultaron muy fuertes para mi entonces infantil paladar.

Ver la guarnición de nopales en toda clase de fondas, puestos y mercados, al tiempo que hacía honores a una bandera con un nopal como escudo, me llevó a apreciarlos y disfrutarlos, poco a poco, hasta que ya no pude prescindir de ellos.

El sabor de su hija, la tuna, también resultó sorprendente. No recuerdo si mi primera vez fue en agua fresca o como nieve, pero no olvido que la sensación fue más agradable y duradera que la del nopal.

El punto es que, como nos pasó con casi todos los alimentos propios de la tierra mexicana, el nopal y la tuna se volvieron rápidamente un elemento común en nuestra dieta familiar.

Y justo ahora estamos en plena temporada de tunas. Las mejores se producen entre julio y septiembre, por eso ya se aprecian por todos lados.

“Fruto maduro turgente y dulce” del nopal, la tuna es originaria de nuestro continente, siendo México el mayor productor y consumidor de la fruta, la cual importamos a Canadá, Estados Unidos, Bélgica, Alemania, Francia y Países Bajos.

Contamos con muchas variedades. Pero sean blancas, amarillas, rojas o violáceas, nuestras tunas son dulces y frescas, con un valor nutricional tan alto como el de la manzana o la naranja. Son ricas en vitamina C y contienen fibra soluble e insoluble, por lo que son recomendables para reducir los niveles de azúcar y colesterol en el cuerpo. Otra razón para consumirlas, justo ahora, es su bajo costo. Entre 25 y 30 pesos por kilo.

Consumida principalmente como una fruta fresca, también es magnífica para elaborar aguas, paletas y helados. Cuando madura, es perfecta para la cristalización o la elaboración de mermeladas y jaleas.

Otro recuerdo imborrable de mis primeros encuentros con los subproductos del nopal, es el disfrute de un xoconostle en dulce por tierras michoacanas, que también es delicioso en salsas y caldos, como el mole de olla.

Entre las entidades del país dedicadas a la siembra del nopal tuna destacan el Estado de México, Zacatecas, Hidalgo, Puebla, Morelos y Coahuila.

Nunca olvidaré mi visita a Mazapiltepec de Juárez, en Puebla, donde me ofrecieron los nopales más tiernos y frescos que he comido en mi vida, así como un delicioso licor de tuna. Es uno de los municipios con mayor producción en el estado, que ocupa el segundo lugar a nivel nacional, con más de 85 mil toneladas al año.

Es temporada de tunas, hay que consumirlas y disfrutarlas en todas sus modalidades. Una de las maneras más fáciles y deliciosas es como nieve. Por ello, les comparto esta receta fácil, asequible y exquisita para coronar una comida mexicana.

Nieve de tuna con tequila

Ingredientes

1 kg de tuna

1 limón sin semilla ( el jugo)

1/2 taza de agua

2 shots de tequila blanco

Azúcar al gusto ( sólo si es necesario)

Preparación

Pelar las tunas y licuar con el agua, el limón y el azúcar al gusto ( siempre y cuando sea necesario porque si están muy maduras no hará falta). Colar. Agregar el tequila y mezclar bien.

Enfriar y llevar a la máquina de helados entre 20 y 25 minutos.

Sin máquina, guardar en un refractario con tapa y dejar toda la noche en el congelador. Sacar media hora Antes de consumir y licuar rápidamente para darle textura de nieve.

Disfrutar.

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