Por. Sandra Vivanco
Este domingo 4 de abril iniciaron las campañas federales y algunas locales, con ello, empieza la cuenta regresiva de los 60 días que dura esta etapa, pero no solo se tratará de conseguir las mayores simpatías para el día de la jornada electiva contar con los mayores votos, este es el inicio de otro de los momentos más complejos del proceso electoral: la fiscalización de las campañas.
En realidad, no es novedoso el ejercicio de fiscalización bajo las reglas que se establecen en el Reglamento respectivo, pero si lo es para las personas candidatas, que cuentan con una serie de obligaciones en esa calidad que tienen frente al Instituto Nacional Electoral (INE), y que antes esa actividad recaía casi totalmente en los partidos políticos en los que militan.
Y ahora también los partidos políticos tienen obligaciones en el proceso de fiscalización, de hecho, tienen junto a las personas que representan las candidaturas, obligaciones solidarias, así como el deber de cuidado, pero ahora, existen más tareas específicas para candidatos y candidatas, y para sus equipos de apoyo.
La tarea de la Unidad Técnica de Fiscalización del INE, va encaminada a garantizar la licitud del dinero empleado en las campañas, así como el correcto gasto, lo que llevará a respetar derechos como el de transparencia y la obligación en la rendición de cuentas, así como proteger el principio de equidad en la contienda.
Sin embargo, las reglas y su cumplimiento traen aparejada la inversión de tiempo y la necesidad de contar con equipo técnico especializado en la materia de fiscalización electoral, pues las tareas que deben realizarse son diversas, desde iniciar con el registro de vehículos que se usen en la determinada campaña, así como la casa destinada para efectos de atender los asuntos relativos a la misma, el uso del sistema integral de fiscalización, las claves de acceso, la obligación de subir la información relativa a los gastos, contratos de prestación de servicios, donaciones, cotizaciones, comodatos, los que además debe ser cada tercer día, así como la debida planeación de los pagos a los proveedores.
Caso especial es la organización de un evento masivo, que de acuerdo con las medidas y protocolos del INE y los Oples, deben ser reducidas y cuidando la implementación de medidas sanitarias, lo cierto es que también se deben vigilar varios aspectos: si se rentará mobiliario, toldos, pantallas, templetes, sonidos, mamparas, etcétera; pagar previamente o en su defecto contar con el debido contrato. Si se tratará de aportaciones, cotizar e ingresar los escritos de donación.
Pero ahí es donde empieza todo: esperar la eventual llegada de la persona que verifica por parte del INE, quien realizará una audiencia, que deberá atender quien represente al candidato o candidata, y detalladamente señalará todo lo que sus ojos vean que se dispuso en el evento, lo cual debe coincidir con lo previamente contratado, se contabilizará todo lo que observe: sillas, playeras, banderitas, cubrebocas, mampara, lonas, templete, sonido, pantalla, toldo, si se ofrece agua, mesas, y todo aquello que pueda y deba ser verificable.
Contar con el personal de apoyo necesario para atender lo antes mencionado, será la futura tranquilidad de quien representa esa candidatura, pues recordemos que parte de lo que también se cuida es no rebasar el tope de gasto de campaña, pues de lo contrario, existe el riesgo de anular los resultados por el gasto excesivo.
Además de qué, si no se tiene el debido cuidado, es posible que las personas que encabezan las candidaturas sean susceptibles de la presentación de quejas y los inicios de procedimientos especiales sancionadores.
Es obligación del candidato y la candidata estar pendientes del cumplimiento en tiempo y forma de las tareas de fiscalización, de lo contrario las sanciones podrían ser como mínimo una amonestación pública, el extremo será la nulidad de los resultados, aunado a sanciones económicas tanto a la persona como al partido político por incumplir su deber de cuidado y permitir un actuar irregular en contravención a la normativa electoral.
Otro de los puntos que requiere de mucha atención, es no olvidar el tema del prorrateo, por ejemplo, los y las candidatas a diputaciones federales, ante este proceso intermedio, en caso de reunirse en eventos con las candidaturas a la gubernatura, diputaciones locales, ayuntamientos o alcaldías, a la candidatura federal le tocará responder por el 50% de lo gastado en dicho evento, el otro 50% se distribuirá entre las candidaturas locales.
Como se puede apreciar, no se trata solo de acudir a los eventos y que se mencione a cualquier candidatura, ello puede traducirse en un beneficio para la promoción electoral, por tanto, es susceptible de ser contabilizada para una u otra candidatura, ya que, no debemos olvidar que las autoridades electorales administrativas, tienen como obligación el monitoreo de las campañas políticas.
Será una batalla por el debido actuar en materia de fiscalización en la etapa de campañas, es obligación de candidaturas, coaliciones y partidos políticos cuidar el correcto proceder y la presentación en tiempo y forma de los informes de gastos de campaña.