Las formas cada vez más inverosímiles con las que se realizan los crímenes en México, superan cada día los guiones de las películas más emblemáticas de Tarantino –pensé que las secuencias de Kill Bill eran lo peor que nuestra mente podría imaginar en cuanto a la saña, lo absurdo y la sangre fría vertidas– . En un país donde se cometen 98 crímenes todos los días –según los últimos datos del INEGI– podría decirse que un crimen más o un crimen menos no tendría porqué alterar más el ánimo ciudadano. Pero cuando creemos que vimos lo peor, viene otro episodio aún peor. Lo sucedido en el restaurant Hunan de Plaza Artz NO es, como NO debería serlo cada muerte violenta en este país, una ejecución más.
Ciro Gómez Leyva tuiteó el 26 de julio el video más revelador de la doble ejecución captado por las cámaras de seguridad. Y escribió: “25 segundos les tomó asesinar a los dos israelíes y huir del Restaurante Hunan en Plaza Artz Pedregal”. Por el tiempo y por la “sencillez” de la doble ejecución, son 25 segundos escalofriantes que muestran la facilidad con la que se mata ya este país.
El lugar donde se cometió es también para escandalizar al más ecuánime y optimista de los ciudadanos. El Hunan de Artz es parte de una exclusiva cadena de restaurantes de comida china. Sus comensales asiduos son empresarios, políticos, artistas y gente que de pronto decide hacer una excepción en el bolsillo para degustar la alta cocina china. No es inusual ver gente de seguridad privada que desde dentro o fuera, custodian a sus exclusivos jefes.
En esos 25 segundos las cámaras muestran a una pareja sentada en una mesa. Y mientras se ve el trajín de los meseros, una mujer se para y con absoluta tranquilidad camina hacia otra mesa ubicada en el área de fumar y sin más, saca el arma y la descarga contra -ahora ya sabemos- dos israelíes, Benjamín Yeshurun Sutchi y Alon Azulay, que tenían cargos criminales en su país de origen y en México. Ayudada por el hombre, la mujer sale del lugar, mientras se ve a los comensales aterrados refugiarse debajo de las mesas. Otro video muestra que a los israelíes los acompañaba una mujer rubia que después de la doble ejecución, simplemente se hace un lado y sale caminando.
Al momento de cometer la doble ejecución la presunta homicida trae blusa. Pero ya fuera de la plaza intentando huir, otro video muestra a Esperanza N con ropa interior negra mientras trata de resistirse al arresto. En sus primeras declaraciones Esperanza N dijo –según versiones- que había matado a su pareja infiel, pero ya en prisión se reconoció como gatillera y que por cada “jale” cobraba cinco mil pesos.
Trátese de crimen organizado – según Semáforo Delictivo el 80 por ciento de los asesinatos son producto del crimen organizado- o producto de asaltos, secuestros, feminicidios etc., la violencia demencial en México no da tregua. Después de lo que oímos y vemos todos los días, Kill Bill es cosa de risa loca.
Un día después de los acontecimientos en Plaza Artz , el INEGI dio a conocer que en 2018 se cometieron 35 mil 964 homicidios en el país, 13 por ciento más que en el 2017. Y si pensábamos que era una cifra ya de horror, resulta que según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública el primer semestre de este 2019 es el más violento de la historia desde que se contabilizan los muertos. En estos primeros seis meses se han acumulado 17 mil 138 homicidios dolosos, 7.2 por ciento más que en 2018 con 15 mil 973. La tendencia criminal va al alza.
Me temo que la maquinaria de crímenes y las formas más absurdas y viles rebasan ya la imaginación de cualquier genio del horror y del humor negro. Sobre todo cuando las autoridades locales y federales se enfrascan en seguir buscando en el pasado a los culpables de todos los males.
Si algo caracteriza al cine de Tarantino es que retrata la violencia más vil, con litros de sangre en las escenas, pero cargados siempre con humor negro. Sí para reírnos momentáneamente del aparente absurdo o exceso, pero de la risa inevitablemente caemos al trasfondo del horror. Con la violencia cotidiana en México ¡Tarantino se queda corto y mudo!