«MIRADA GLOBAL» Trabajador "quemado", una enfermedad - Mujer es Más -

«MIRADA GLOBAL» Trabajador “quemado”, una enfermedad

 

La angustia de Adriana Rodríguez, abogada de un oficina de gobierno, comienza desde el domingo al medio día. “El viernes por la tarde cuando salgo del trabajo, siento que la vida me empieza a sonreír. Me cambia el humor, me entra energía y en lo único que pienso es ir a echarme unos tragos y pasármela a gusto. Soy feliz de viernes hasta el domingo a medio día, después empiezo a contar las horas que me quedan para empezar la semana en mi oficina”.

Lleva ya más de 20 años en el sector público. Previo al lunes, empieza el martirio. Ansiedad, insomnio, mal humor ganas de no hacer nada. “La verdad, es que ya sé que me encuentro con las presiones de siempre, si el jefe está de malas, los compañeros que no trabajan bien, si va a haber despidos, si será mi última quincena, en fin… no he podido mejorar tampoco mis ingresos”.

Adriana Rodríguez encaja perfecto en lo que expertos consideran como un “trabajador quemado”. Un trabajador que lleva años atrapado en el estrés crónico, que por diversos motivos le hace angustiarse al momento de comenzar la jornada laboral. No es asunto menor: de acuerdo con datos de la Organización para la cooperación y el Desarrollo económico, el 43 por ciento de los trabajadores mexicanos podrían estar en esa condición. Entre estancamiento profesional, económico aunado a la angustia de que en cualquier momento se puede perder el trabajo, lleva al trabajador a sentirse extenuado, deprimido, ansioso, fatigado de manera crónica, sin expectativas de nada. Se conoce como Síndrome Burnout o del trabajador quemado.

La buena noticia es que hace unos días, el Burnout fue clasificado como enfermedad por parte de la Organización Mundial de la Salud. Será hasta el 2022 cuando se establezcan planes a fin de prevenir esta enfermedad que se caracteriza por un agotamiento físico y mental y, por supuesto, en baja productividad.

“Lo único que también me alegra es cuando llega mi quincena. Es que no me gusta ya la rutina, pero además también veo que las cosas están feas afuera. Ya tengo 45 años de edad y no creo tener la facilidad de poder encontrar otro nuevo trabajo. A pesar de la angustia que me provoca venir ya a la oficina, no me queda de otra”. Así la resignación de Adriana.

El estrés prolongado en el ámbito laboral genera un desgaste físico y mental. Adriana simplemente se siente exhausta y desanimada en su ámbito laboral. “La tristeza de verdad me invade, ya no tengo ilusiones de nada nuevo”. Le pregunto si ha escuchado del Síndrome Burnout. “¿Qué es eso? No, ni idea”. Algunas publicaciones dicen que este síndrome tiene síntomas similares a una depresión. La diferencia está en que hay un cambio de conducta mientras no se tiene que laborar. Pero además, también puede estar ligado al alto consumo de alcohol o de alimentos chatarra y ricos en azúcares.

De acuerdo con datos del IMSS el 75 por ciento de los mexicanos padece fatiga por estrés laboral y supera a países como China y Estados Unidos. Y el extremo se coloca en convertirse en workaholic –tratar de rendir y demostrar al máximo hasta la extenuación- y el Burnout.

El que se reconozca al Síndrome del Trabajador Quemado como una enfermedad por parte de la OMS, ayudará a que los gobiernos y los sectores productivos puedan establecer condiciones para evitar este desgaste físico y mental de los trabajadores. Decía un viejo maestro de periodismo que cuando el trabajo se hace con entusiasmo y pasión no es trabajo. Las circunstancias actuales hacen que esta frase suene romántica. El costo que genera el desgaste laboral es humana y económicamente demasiado alto.

 

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