En solo unos días el movimiento #MeTooMexico contra la violencia y el abuso sexual pasó del linchamiento virtual, la tragedia y hasta la burla con el #MeTooHombres. Estos escenarios son preocupantes: el primero, el descrédito mediante denuncias anónimas, el suicidio del músico Armando Vega Gil de Botellita de Jérez, y la burla con la “revancha” de los hombres contra las mujeres acosadoras –que seguramente también las hay-. Estos sucesos en cadena deberían llevar a replantearnos que lo ideal sería buscar mecanismos para que se aplique la justicia. No se trata de meter las manos al fuego por nadie. Pero tampoco se vale que cobijados por el anonimato o perfiles falsos se acabe con la reputación de alguien o con la vida de alguien, aunque habría que ver qué situación personal atravesaba Vega Gil. La propia banda Botellita de Jerez expresó en Facebook “queremos enfatizar que ni la causa feminista ni el movimiento MeToo, son culpables de su suicidio”.
¿Debe parar este movimiento sin precedentes contra la violencia y el acoso sexual contra las mujeres en este país? Por supuesto que no.
A pesar de todo, benditas redes sociales. Cualquier persona tiene ahora la capacidad de denunciar y defenderse de alguna injusticia. Pero también la tiene quien trae un agravio personal y una necesidad de revancha. Con las redes sociales dudamos hasta de los hechos reales, escribió Noam Chomsky. Pero ¿nos quedamos con el puro linchamiento mediático con todas las repercusiones que puede tener, o realmente avanzamos a que se castigue un delito?
Para cerrar la semana del movimiento, la Escuela de Periodismo Carlos Septién García está en el ojo del huracán. Priscila Alvarado, egresada de la escuela hizo denuncia pública contra el director Académico Enrique Mandujano. Dijo que el reconocido académico de esa institución, la acosó por redes sociales cuando era estudiante y el hostigamiento llegó hasta que la forzó a besarlo.
Ante el revuelo causado, la Septién, como la llamamos cariñosamente quienes ahí estudiamos, anunció en un comunicado la remoción de Mandujano como director académico.
Este domingo Enrique Mandujano ofreció una conferencia de prensa en la que anunció que acudirá a los tribunales y presentará las debidas pruebas para mostrar su inocencia. Adelantó que tiene conversaciones que pueden indicar lo contrario. Y también dijo que es necesario evitar que se haga justicia mediática o que se sentencie sin mostrar pruebas. Reconoció la importancia de campañas como #MeToo para hacer las denuncias, pero criticó que se usen en venganza personal.
Entre que se investiga y se prueba, la presión hizo rodar la cabeza del profesor. Así ha ocurrido con otros colegas, despedidos de sus medios. Ojo: no estamos defendiendo a nadie, pero será importante ver qué papel jugarán las autoridades en el caso de la Septién. Qué bueno que exista el #MeToo, pero que mal si todo acaba en lapidación virtual y el descrédito. No queremos lapidaciones virtuales, ni burlas. Los extremos no ayudan a nadie. Queremos justicia.