«COLUMNA INVITADA»: La reconstrucción de México - Mujer es Más -

«COLUMNA INVITADA»: La reconstrucción de México

 

Por José Luis de la Cruz Gallegos

Los primeros días de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador han sido consistentes con su oferta electoral, no debería existir sorpresa alguna, prácticamente todo lo que ha implementado se encuentra en línea con lo que prometió durante su campaña y escribió en sus libros: una agenda social que busca revertir las afectaciones que los sectores marginados han sufrido por décadas y una serie de proyectos de infraestructura orientados a la reactivación del sector energético y el desarrollo del sur y sureste de México.

Sin los errores de los gobiernos previos y la deuda social que heredaron no existiría materia: pobreza, corrupción, informalidad, ilegalidad, inseguridad y bajo crecimiento abrieron la puerta a los 30 millones de votos que López Obrador obtuvo en julio pasado.

Bajo dichas directrices se han ejecutado estrategias polémicas: la cancelación de la construcción del aeropuerto de Texcoco, un ajuste sustantivo del gasto público, disminución de las remuneraciones a funcionarios en el gobierno federal, el combate al huachicoleo, el cierre de ductos que transportan combustible, el establecimiento de lo que será la Guardia Nacional y mantener el estado de las relaciones con el gobierno de Maduro en Venezuela han sido algunas de los más visibles.

En todas asumió la comunicación directa sin intermediaros. Con ello también absorbió el costo que le puede generar, así como los beneficios. ¿Cuál es el saldo hasta hoy?

Las primeras encuestas muestran que sus niveles de popularidad son elevados, a pesar del debate que existe en redes sociales y medios de comunicación. La mayor parte de la población consultada le otorga su apoyo.

Al mismo tiempo pareciera que algunos datos de la economía respaldan su gestión. La recuperación del peso frente al dólar y la exitosa colocación de deuda en el extranjero han sido utilizadas como argumento de la confianza que existe en torno a la economía nacional. La inflación durante la primera quincena de enero pareciera mostrar un bajo impacto por la escasez de gasolina.

Lejos han quedado, al menos por el momento, las cifras de reducción en el empleo reportadas por el IMSS para el mes de diciembre y la poco afortunada visita de funcionarios de Pemex a Nueva York.

No obstante, la tregua podría terminar pronto, cuando las verdaderas cifras que servirán para evaluar la evolución de la economía comiencen a llegar: los primeros datos de producción industrial, exportaciones e inversión correspondientes al nuevo sexenio serán públicos a partir de febrero.

Se debe ser claro, las tendencias heredadas por la administración del expresidente Peña Nieto permiten adelantar los resultados. El descuido de sectores estratégicos como la construcción, las manufacturas nacionales, el sector energético, los servicios de alto valor agregado y la banca de desarrollo cobrará la factura durante los primeros meses del 2019.

De igual forma ocurrirá por los problemas que existen en el exterior: la pérdida de fuerza de China también corresponde al debilitamiento de sus socios comerciales, exporta menos porque le compran menos. El cierre del gobierno de Estados Unidos y los problemas en la Unión Europea tampoco serán favorables.

Dicho contexto incidirá en el inicio de la actual administración, llevará la discusión actual hacia la valoración de si los programas y estrategias que hoy le dan alta popularidad al presidente López Obrador realmente tienen la capacidad de revertir la marginación social y el bajo crecimiento económico que heredó de otros gobiernos.

Seguramente se escucharán voces críticas y aún de quienes ya tuvieron la oportunidad y no la aprovecharon. ¿Cuál será la respuesta?

De inicio sería recomendable construir alianzas con los sectores productivos, educativo, laboral y de la sociedad civil que permitan rehacer el tejido social y la capacidad productiva de México. Con ello se puede evitar que el debate de coyuntura dañe la necesaria reconfiguración que requiere el país.

La mayor parte de lo que México requiere para crecer y desarrollarse tiene una naturaleza del mediano y largo plazo, no se debe actuar con prisa, es imprescindible evitar que el desgaste diario restrinja la reconstrucción de la nación. Décadas de precarización requieren una visión nacional que vea más allá del ciclo político y solo la alianza social puede garantizar su elaboración.


José Luis de la Cruz Gallegos. Director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico.

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