«ABREVADERO DE LETRAS»: Asmara Gay y la poesía como base de los géneros literarios - Mujer es Más -

«ABREVADERO DE LETRAS»: Asmara Gay y la poesía como base de los géneros literarios

 

  • Somos el ser humano y su circunstancia

No es habitual que una escritora de no haberse inclinado por su disciplina hubiera preferido ser entrenadora de futbol americano, por la estrategia que implica. Pero es lo que ocurrió con la ensayista, crítica literaria, traductora, profesora de literatura y poeta mexicana Asmara Gay.

Acude puntual a la cita en una cafetería del sur de la Ciudad de México. Viste ropa sencilla, pero que la hace lucir bien. Saluda con la serenidad de los modestos que se crecen de manera cordial en la distancia corta.

Le gusta recordar que su personalidad nació del choque de dos clanes casi antagónicos: por un lado, la influencia lectora de su padre. A los seis años tomé uno de sus libros que era de poemas de García Lorca. De ahí que su escritura se inicie haciendo poesía. Y por otra parte en la familia donde se encuentran pintores, físico-matemáticos, actuarios, arquitectos…más a lo aritmético; digamos que soy la oveja negra.

En su extensa biografía profesional la escritora reitera a la crítica literaria como una de sus pasiones, aunque siente lo mismo por el teatro y la poesía, entre otras creaciones narrativas.

¿Es verdad que todo género literario conlleva poesía? Hasta cierto punto sí. La poesía necesita de ritmo, de métrica, de estructuras y de modelos estructurales complejos. Es como escribir con procedimientos matemáticos, por el conteo silábico, por el sonido de los versos, etc. De manera que si todo esto lo trasladamos a un texto puramente en prosa, la calidad de éste va a aumentar. Entonces sí, porque es la base, pero también para mejorar en las estructuras que necesita de la poesía.

Sobre este mismo tema, quien lamenta no haber sido la autora de la novela Cumbres Borrascosas, épica historia de la Inglaterra victoriana, expresa que el tema central de sus poemas es la meditación filosófica, la existencia misma.

Afirma que creemos que nuestra existencia la determinamos nosotros, pero resulta que está mucho más ligada a nuestro entorno: familia, trabajo, amigos…Somos el ser humano y su circunstancia.

¿Cuánto tiempo le dedicas a tu propio trabajo? Un escritor debe escribir cotidianamente para avanzar en su literatura. Yo debería dedicarle seis o siete horas diarias, pero ahora mis tareas me tienen rebasada. A mis textos les robo tiempo de trabajo académico y llego a dedicarles una o dos horas al día. Lo cual es poco.

Siempre radiante y con su imagen de actriz de película francesa, Asmara Gay parece vivir un momento agradable en una carrera que compagina la escritura, la enseñanza, cocinar paella y habitar con su esposo e hijo en un departamento de 90 metros cuadrados, que es prácticamente una biblioteca. Hace cinco años pensábamos que teníamos 8 mil libros, pero creo que esa cifra ya está superada.

Confiesa que Conan Doyle y Emely Bronte fueron los autores que la marcaron más para tomarle gusto a la literatura. Ahora Aristóteles y Edgar Allan Poe son sus preferidos.

Tanto en lo que se refiere a su decir como a sus modales, Asmara Gay siempre se muestra alegre, sonriente e impecable. No todo mundo ha sido reconocido con el nombramiento de Embajador del idioma español por la Fundación César Egido Serrano y el Museo de la Palabra, en 2018, por ejemplo. De esta manera comparte la aparición de su próximo libro Resonancias, una antología de micro relatos con el apoyo de la BUAP, editado por Gloria Ramírez y donde participan solamente mujeres.

¿Qué opinas de la equidad de género? Se habla mucho, pero en la práctica no se ha hecho nada. Se ha incrementado el machismo, la violencia hacia las mujeres y la desigualdad. Me preocupa que haya tanto feminicidio y que ante las protestas de las mujeres se den voces aún más violentas de intolerancia.

Un consejo para un joven escritor. Que lean mucho, que escriban diario, que se inscriban en una escuela de escritura.

Una Asmara Gay que por donde quiera que se le mire y escuche gotea ese grato aroma de la inteligencia, que detesta la hipocresía y ama los tulipanes color naranja, le gustaría ser recordada por un buen cuento. Concluyo esta charla con una frase que tomo de su biografía profesional: “Uno llega a ser grande por lo que lee y no por lo que escribe”, Jorge Luis Borges.

 

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