«ELLAS EN EL RETROVISOR»: Senado: ¿adiós a los mochos machos? - Mujer es Más -

«ELLAS EN EL RETROVISOR»: Senado: ¿adiós a los mochos machos?

 

El juicio está hecho: el Senado comenzó mal.

La promesa del Presidente electo de que se romperán los moldes en las formas de hacer política, nada más no se vio ahí.

Por el contrario: la manera en que se le otorgó la licencia al gobernador senador Manuel Velasco parecía confirmar todas las mañas de la criticada mafia del poder.

Sin embargo, terminada la semana de apertura de la LXIV Legislatura, sería injusto dejar de registrar tres acciones que bien podrían augurar muy buenos tiempos para la agenda de las libertades democráticas en equidad de género y paridad.

Se trata de tres buenas noticias derivadas de iniciativas y propuestas suscritas por senadores de diversos signos partidistas.

NO A LA DISCRIMINACIÓN

De entrada, el martes 4 de septiembre, a iniciativa del futuro director del IMSS y ahora senador por Morena, Germán Martínez, propuso una iniciativa de reformas a leyes del IMSS e ISSSTE para garantizar a la población LGBTTTIQ y a sus familiares el derecho a recibir servicios de salud.

Lo significativo no fue sólo que el impulsor de la propuesta fuera el exdirigente del PAN, quien en otros tiempos abrazó el conservadurismo y las ideas intolerancia religiosa hacia la comunidad de la diversidad sexual.

Hubo más: lo relevante fue que esa iniciativa impulsada por un converso a la agenda liberal –qué bueno, porque más vale tarde que nunca– y por una feminista comprometida con ésta y otras causas como Malú Mícher, también de Morena, recibió el cobijo de senadores panistas como Josefina Vázquez Mota, Gustavo Madero y Xóchitl Gálvez.

El respaldo incluyó a priistas y a gente de Movimiento Ciudadano como Patricia Mercado.
Veremos qué pasa con la propuesta: si es dictaminado o se queda en el papel. Pero por lo pronto la señal es poderosa y aplaudible: en el Senado de la Cuarta Transformación, la agenda de la diversidad goza de consenso.

NO AL FUERO

Una segunda buena noticia fue el cabildeo que las senadoras del PAN y de Morena hicieron para definir que, en el caso del senador suplente del PRI, Noé Castañón, no pueda tomar posesión en tanto no resuelva ante los tribunales correspondientes el litigio familiar que ha pospuesto y por el cual sigue sin responder.

Acusado por su exesposa de violencia intrafamiliar y por “secuestrar” a sus hijos, el priista tiene el pendiente de resolver tales diferencias por la vía leal, sin saltarse trámites ni resoluciones, como lo había venido haciendo, gracias a sus contactos, según denuncia de la presunta afectada.

Lo interesante de la petición de las legisladoras fue que más allá de anticipar señalamientos o de satanizar al señor Castañón, lograron convencer a sus compañeros de que el fuero legislativo no puede ser un manto protector frente a un caso que reclama justicia y esclarecimiento.

El razonamiento de las senadoras encontró eco en sus compañeros varones y en el jefe de la bancada de los priistas en la Cámara Alta, Miguel Osorio Chong, quien se comprometió a garantizar el cumplimiento de esa premisa: que la inmunidad de los legisladores no se traduzca en impunidad.

De manera que el precedente queda ahí y, esperamos, siente sus reales para casos posteriores.

SÍ A LA PARIDAD

Ya para la segunda sesión del jueves 6 de septiembre, hubo una tercera buena intención por parte de las parlamentarias de todas las fuerzas políticas, incluida la futura secretaria de Gobermación, la morenista Olga Sánchez Cordero: legislar a favor de la igualdad sustantiva.

La presentación de la iniciativa corrió a cargo de la panista Kenia López Rabadán, quien argumentó que es necesario garantizar esa igualdad entre mujeres y hombres, a fin de que no dependa de vaivenes políticos o de cualquier otro tipo de intereses.

La propuesta, suscrita por la exsubsecretaria de Hacienda, Vanessa Rubio, senadora por el PRI, por Malú Micher, Xóchitl Gálvez, Vázquez Mota, la excandidata a gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, entre otras, busca establecer propuso la obligatoriedad constitucional de paridad de género en órganos de decisión de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como en organismos públicos autónomos.

Y es que como bien lo destacó la senadora López Rabadán, el hecho de que por primera vez exista esa paridad en el Congreso, representa una gran oportunidad para eliminar barreras en otros terrenos del poder público.

“Si las mujeres nos confiamos y pensamos que con este logro la batalla se encuentra ganada, corremos el riesgo de perder la guerra”, advirtió.

Palabras. Sí. Sólo ideas y buenas intenciones. Cierto. Pero ya están ahí, en un Senado que más allá de osos de procedimiento y prácticas de toda la vida, también nos trae la novedad de qué hay temas obligados.

Related posts

ACTOS DE PODER: ¿Tienen futuro los partidos? (I)

EL ARCÓN DE HIPATIA Violencia contra hombres: seamos serios, señor diputado

RETROVISOR Rebelión judicial: entre la dignidad y el deshonor