Luego del cierre de campaña que el Frente por la Ciudad de México realizó el fin de semana en el Ángel de la Independencia, el morenismo en pleno debiera preocuparse y dejar de lado la soberbia porque, como bien dice Alejandra Barrales, “yegua que alcanza…ya ganó”. La contienda por la Jefatura de Gobierno entra a una etapa en la que el electorado anti-Sheinbaum comienza a moverse y a manifestar su rechazo a quien asumió la candidatura a través de traiciones y trampas a sus propios militantes.
La consciencia colectiva de los habitantes de esta gran ciudad moverá, sin duda, el tablero electoral de la elección del próximo domingo 1 de julio, donde se avizora una jornada masiva, competitiva y llena de sorpresas en sus resultados. Morena aun no puede cantar victoria, su principal enemiga no es Alejandra Barrales sino la propia Claudia Sheinbaum que ha logrado, con su actitud grosera y prepotente, unir a los indecisos en su contra.
A solo un día de que termine la campaña electoral y a cuatro de que los ciudadanos salgamos a las urnas a emitir nuestro sufragio, la candidata de la coalición Juntos Haremos Historia ha cometido infinidad de errores que se documentan, cuentan y comparten sus adversarios, pero también los millones de personas que no sienten simpatía por ella; y que no encuentran propuestas y compromisos serios en su plataforma para mejorar la seguridad, economía, salud y educación que demandamos para las familias y los jóvenes de esta urbe.
Enlisto algunos de los errores y motivos que harán que Claudia Sheinbaum pase un amargo domingo en compañía de su mentor: Andrés Manuel López Obrador.
Esconder los documentos que señalan su responsabilidad en la muerte de 19 niños y 7 adultos en el colegio Rébsamen, cinco estudiantes en el Tec de Monterrey e incluso, la información sobre el número de personas que perdieron la vida en el Walmart Acoxpa es incierta, aún cuando se habla de tres víctimas.
Burlarse del sufrimiento de los padres de familia que perdieron a sus hijos durante el sismo del 19 de septiembre en el colegio Rébsamen.
Aceptar la incursión de personajes ligados a la más profunda corrupción que ha golpeado al gobierno de izquierda: René Bejarano, coordinador de estructura electoral, Marcelo Ebrard y Mario Delgado, señalados en el fraude de la línea 12 del Metro; mantener en misterio los recursos que el empresario argentino Carlos Ahumada le entregó a su esposo Carlos Imaz cuando fue delegado en Tlalpan; apoyar a Layda Sansores San Román, senadora con licencia acusada de gastar recursos públicos en objetos personales.
Prestarse al papel de “Juanita” para conseguir la candidatura a la Jefatura de Gobierno.
Ocultar gastos reales de la construcción del segundo piso de periférico.
Proteger a Alfonso Suárez del Real acusado por una víctima de trata de personas.
Convalidar la candidatura a diputado al Congreso local de Rigoberto Salgado, exdelegado de Tláhuac, a quien se señala como involucrado con el narcotráfico.
Comportarse grosera, ofensiva y soberbia no solo con los candidatos de otras coaliciones y partidos a la Jefatura de Gobierno durante los tres debates, principalmente el tercero, también con los ciudadanos que siguieron el encuentro a través de los medios de comunicación.
Jactarse con sus correligionarios morenistas del supuesto triunfo de Andrés Manuel López Obrador cuando el electorado todavía no acude a las urnas.
Amenazar a adversarios y ciudadanos que no están a favor de su candidatura.
En lo personal, sumando a todos esos pequeños errores, jamás le daría mi voto a una mujer insensible, fría, llena de amargura, que no quiere ni le importa la vida de los animales. Como jefa delegacional en Tlalpan permitió la venta indiscriminada de cachorros enfermos en el bazar de Pericoapa, no obstante había prometido siendo candidata por esa delegación que combatiría el maltrato y explotación de perros que mueren de parvovirus y moquillo.
Somos millones de capitalinos los que no le daremos perdón, nuestra Ciudad de México merece alguien distinto.
Elena Chávez. Estudió periodismo en la universidad Carlos Septién García. Ha escrito los libros “Ángeles Abandonados” y “Elisa, el diagnóstico final”. Reportera en diversos diarios como Excélsior, Ovaciones, UnomásUno; cubrió diferentes fuentes de información. Servidora Pública en el Gobierno del Distrito Federal y Diputada Constituyente externa por el PRD.