«LA HOGUERA DE LAS VANIDADES»: Políticos mentirosos al estilo Jim Carrey - Mujer es Más -

«LA HOGUERA DE LAS VANIDADES»: Políticos mentirosos al estilo Jim Carrey

Ahora que ha comenzado en México el proceso electoral y que los tres principales candidatos a la presidencia de la República: Andrés Manuel López Obrador por el partido MORENA, José Antonio Meade Kuribreña por el PRI y Ricardo Anaya Cortés por el PAN-PRD, el acoso a los ciudadanos  por todos los medios habidos y por haber se ha convertido en lo del día a día,  aunque lo que debiera prevalecer son los mensajes sobre sus plataformas políticas, sobre sus ofertas de campaña, lo que realmente hemos visto es un  intercambio de descalificaciones de unos hacia otros, una campaña de guerra sucia y mentiras, lo que nos recuerda aquella película cómica de 1997 protagonizada por Jim Carrey, dirigida por Tom Shadyac, y escrita por Paul Guay y Stephen Mazur.

“Liar, Liar”  o “Mentiroso, mentiroso” también  conocida como  “Mentiroso compulsivo” en España, habla de  un abogado parlanchín, ambicioso y sin escrúpulos, que utiliza la mentira como forma de vida y trabajo, llamado Fletcher Reede.

“Esto le ha proporcionado muchos éxitos a lo largo de su carrera, pero ha destruido por completo la relación con su mujer, Audrey (Maura Tierney), y con su hijo Max, a punto de cumplir cinco años. Max, harto de los plantones y las promesas incumplidas de su padre, pide un deseo en su cumpleaños: que su padre no pueda mentir durante 24 horas”.

Así nos sucede con los candidatos que ahora tienen la intención de gobernarnos,  unos más que otros,  mienten y mienten repetidamente o compulsivamente, y han destruido por completo la relación con sus representados, y  en la mayoría de las ocasiones han incumplido sus promesas con los gobernados o  no han demostrado tener  escrúpulos en ciertas acciones políticas.

Seguramente millones de mexicanos igual que Max el hijo del abogado Fletcher Reede personificado por Jim Carrey,  podríamos estar ansiosos por  pedir en nuestros cumpleaños,  que  nuestros candidatos no puedan mentir en sus campañas, por lo menos,  por una semana,  qué sorpresas nos llevaríamos de darse el hipotético caso.

Sabríamos la razón real por la que un López Obrador decidió brindarle el espacio de una candidatura a un ex líder minero como Napoleón Gómez Urrutia, así mismo, sabríamos la verdad de todas y cada una de las ofertas de un Meade Kuribreña bastante difíciles de creer,  que no se cumplieron con el actual jefe del Ejecutivo del mismo partido, y por qué también otorga espacios de candidaturas plurinominales a personajes señalados por corrupción como los hijos de Martha Sahagún -hijastros de Vicente Fox el tránsfuga mayor del PAN-,  o conoceríamos la verdadera historia  del presunto lavado de dinero del que se le acusa a Ricardo Anaya y tal vez también sabríamos por qué se alió con un partido tan desprestigiado y corrupto como el Partido de la Revolución Democrática,  el PRD, y si en verdad sus padrinos políticos no se concretan solo a abogados como Diego Fernández de Ceballos o van realmente más allá,  a ex titulares del Ejecutivo conocidos como innombrables.

En la película, Fletcher descubre que no puede mentir, “para colmo, él y su clienta de 31 años, Samantha Cole (Jennifer Tilly), habían planeado una enorme mentira para que esta cobrara todo el dinero de su ex esposo, Richard Cole (Eric Pierpoint). Al comienzo del juicio, Fletcher intenta mentir pero no lo logra. Durante el receso, le pide a Max (en la escuela) que rompa el hechizo, pero él no quiere, debido a que no quiere que Fletcher mienta”.

Tal vez al igual que en la película “Mentiroso, mentiroso” cuando los diferentes candidatos descubran que sus votantes ahora sí están a punto de no votar por su partido y de irse de su lado,  darles la espalda y poner distancia,  corran queriéndonos alcanzar como lo hizo  Fletcher, pero es  demasiado tarde, han sido muchos, muchos años de mentiras partidistas y de políticos mentirosos y muy mentirosos.

 

 


Paloma Ruiz. Comunicóloga por la UNAM, con especialidad en Marketing por la Universidad de Berkeley. Ha combinado a lo largo de su vida profesional el análisis político en diversos medios de comunicación nacionales e internacionales, con el diseño de estrategias de comunicación y las relaciones públicas. Amante del mar y el buceo.

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