«METAMORFOSIS»: ¡Muera el PRI. Viva Beltrones! - Mujer es Más -

«METAMORFOSIS»: ¡Muera el PRI. Viva Beltrones!

Enviado a los infiernos por los resultados electorales de 2015, el ex presidente del PRI Manlio Fabio Beltrones deambula por el país lanzando un triste lamento: “¡No me importa quién sea el Presidente, lo que quiero es un gobierno de coalición, que no servirá para los políticos sino para México, para elevar su calidad y la estabilidad democrática!”. No obstante, los políticos de siempre lo escucharon y de inmediato salieron de las tinieblas para inscribir su humilde nombre.

¿Ya escucharon al demócrata Manlio? –preguntó sonriente el temido Diego Fernández de Cevallos.

¡No! ¿Qué ha dicho? –respondieron al unísono líderes de partidos y legisladores mientras se santiguaban tratando de evitar la mala vibra que por décadas ha acompañado al sonorense.

¡Léanlo ustedes mismos!–les dijo acariciando la posibilidad de frenar, por segunda vez, al radical Andrés Manuel López Obrador que recorría pueblos y ciudades llevando su mensaje de ser el único iluminado para acabar con la maldición de los gobiernos priístas. Arrojó a sus pies un largo pergamino a modo de iniciativa legislativa en el que se establecían plazos y procedimientos para la puesta en marcha de este tipo de alianzas:

El gobierno de coalición abre la posibilidad de que varios partidos políticos y sus respectivos grupos parlamentarios sean corresponsables en la operación y decisiones cotidianas del gobierno, no sólo a través de su respaldo legislativo sino también con la participación de sus militantes como titulares de secretarías de despacho que forman parte del gabinete presidencial”.

–“¡Bravo!”. “¡Estupendo!”. “¡Genial!” –…aplaudieron todos los convocados por el Jefe Diego, como conocían en el infierno a Fernández de Cevallos. Con esta propuesta vestida de preocupación por el país y sus más de 100 millones de habitantes, se evitaría, en caso de que López Obrador ganara la Presidencia en 2018, que impusiera a sus cercanos: estaría obligado a compartir el poder durante los próximos seis años.

Manlio había salido de las oficinas del PRI aquella triste noche del 6 de junio de 2015, después del descalabro electoral y de su obligada renuncia a su aspiración presidencial, planeando cómo reinventarse. Sabía que su jefe, Enrique Peña Nieto, no le perdonaría haber disminuido al tricolor al perder importantes gubernaturas, entre ellas las de Puebla y Veracruz, de donde enviaban carretadas de dinero.

Por días, después de aquel trágico domingo, nada se supo del sonorense. Los priístas no querían saber nada de él; ungían a su nuevo dirigente, Enrique Ochoa, que con experiencia en los “diablitos” de la Comisión Federal de Electricidad dejaba para arribar a las añejas instalaciones de Insurgentes Norte con la encomienda de disipar cualquier rebelión, por pequeña que fuera. Manlio, el oscuro personaje que vivió años de gloria como diputado y senador, le había hecho mucho daño al PRI.

Durante más de un año se movió en las sombras contactando a políticos de derecha e izquierda del país. Ya había analizado que la Reforma Política de 2014, de la cual fue partícipe, contemplaba la figura de gobierno de coalición; ahí, entre letras constitucionales estaba su salvación política. Vendió su propuesta para salir a la luz pública como el hombre que acabaría con el presidencialismo en México: un gobierno de coalición en el que cabrían todos los que, como él, no quieran morir.

Entre aplausos de perredistas salidos de la corriente de los Chuchos, Manlio Fabio Beltrones retoma el escenario político con un discurso que mueve, incluso a Cuauhtémoc Cárdenas, a avalar el gobierno de colación.

¡Es importante pensar en la gobernabilidad del país y cambiar la forma de hacer política post electoral donde el que ganaba, ganaba todo y el que perdía, perdía todo y se dedicaba a fastidiar al que ganaba. Esa parte de la fórmula tenemos que corregirla: que quien gane no gane todo y el que pierda no pierda todo y tenga la obligación de coaligarse o acordar lo que conviene a este país!”.

De sobrada inteligencia, el demócrata Manlio ha convencido a propios y ajenos de que nadie con un 30% de las votaciones podrá asegurar la gobernabilidad de este país teniendo bajo su mando y con seguidores radicales y ciegos las principales carteras desde donde se maneja el dinero y el poder.

¿Ya escucharon a Manlio?

Sí –respondieron líderes de partidos y legisladores.

Es un gran demócrata: mejoremos la receta con un gran frente opositor en el que quepan todos. El objetivo es desterrar al PRI. ¡Muera el presidencialismo!

#Columna de Elena Chávez. Estudió periodismo en la escuela “Carlos Septién García”. Ha escrito los libros “Ángeles Abandonados” y “Elisa, el diagnóstico final”. Reportera en diversos diarios como Excélsior, Ovaciones, UnomásUno; cubrió diferentes fuentes de información. Servidora Pública en el Gobierno del Distrito Federal y Diputada Constituyente externa por el PRD. 

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