«HABEMUS FELIS»: ¿Llevamos otro gato a casa? - Mujer es Más -

«HABEMUS FELIS»: ¿Llevamos otro gato a casa?

¿Sabías que existe un protocolo de presentación entre dos gatos? 

Si bien es cierto que los gatos pueden convivir perfectamente solos en compañía de sus dueños, en algunas ocasiones si no tienen los estímulos suficientes como el juego, pueden llegar a sentirse estresados, sobre todo si pasan la mayor parte del día sin ninguna compañía, lo cual puede derivar en problemas de conducta.

 

Tomando en cuenta que el gato pasa la mayor parte del tiempo solo, es entonces cuando se debe pensar en adquirir otro gato para que sea el compañero de juegos ideal. Para llevar a cabo este proceso, es necesario tomar en cuenta el protocolo de “presentación” de ambos gatos, pues esto va a determinar el éxito o el fracaso de la relación entre ambos felinos.

 

Si los propietarios han acordado introducir un gato más a la casa, es indispensable que ya sea adoptado o comprado, que dicho gatito se encuentre esterilizado, vacunado, desparasitado y también se debe exigir al refugio o bien al criador las pruebas de Sida y leucemia del felino para que este nuevo integrante no ponga en riesgo la salud de nuestro gato. Y es que un simple zarpazo o el que se acicalen mutuamente, podría generar la transmisión de una enfermedad.

 

Antes del arribo del segundo gato, se debe agregar un arenero extra, incluso algunos expertos recomiendan tener uno adicional al número de gatos, para evitar que alguno de ellos quiera “marcar” en toda la casa para establecer su dominio sobre los demás, pues no olvidemos que los gatos son animales muy territoriales.

 

No existe una relación directa entre machos o hembras, es decir que bien pueden congeniar dos machos y dos hembras o viceversa, además de que la edad tampoco es un factor determinante, pues se ha comprobado que los gatos adultos se adaptan más rápido a un nuevo hogar, además de que ya saben usar el arenero y son más calmados a diferencia de los gatitos que tienen mayor energía para los juegos y travesuras.

 

Cuando se va a introducir un nuevo gato a fin de hacerle compañía al que se tiene en casa, es necesario establecer un espacio aparte, pues el primer gato podría sentir que están invadiendo su territorio; es por ello que algunos etólogos recomiendan un periodo de cuarentena para que en este proceso ambos gatos puedan adaptarse para vivir juntos.

 

El nuevo gato puede quedarse en una recámara en la cual debe tener sus trastes de comida, rascador, juguetes y arenero, y por ningún motivo se debe dejar entrar al otro gato pues esta acción podría derivar en una pelea. Es normal que el primer gato sienta curiosidad por el otro felino e incluso al principio “bufará” o se le notará molesto por el olor y la presencia del otro gato.

 

Otro de los pasos a seguir para obtener una presentación exitosa, es que por periodos de tiempo se deje salir al nuevo gatito y se encierre al primero, para que se comience a familiarizar con el entorno, además de que este acción permitirá el “intercambio” de olores entre los felinos; a pesar de que se recomienda una cuarentena, a unos gatos les puede tomar menos tiempo adaptarse a su compañero.

 

Conforme van pasando los días, se puede ir abriendo la puerta para que ambos gatos comiencen a interactuar, siempre y cuando estén bajo supervisión de los dueños para evitar peleas o ataques. Es fundamental que se respete el proceso de presentación entre ambos gatos, pues el no hacerlo, podría generar de inmediato una pelea y con ello que nuestro felino asocie de manera negativa al otro gato, haciendo más difícil la convivencia entre ambos.

 

Nuestro gato comenzará con maullidos a llamar a su compañero y si el otro se encuentra relajado, se puede llevar a cabo la presentación, esta vez sin puertas de por medio, aunque es normal que al inicio se bufen o se den manotazos entre sí, pues el primer gato establecerá su jerarquía dentro del hogar.

 

Cada caso es diferente, a unos gatos podría tomarles más de una semana adaptarse y a otros tan sólo 3 días, lo que sí debe respetarse es el aislamiento del segundo felino para evitar peleas y asociaciones negativas por parte de nuestro gato que, en lugar de disfrutar la compañía del otro, podría generarle aversión y estrés. Superado este proceso de adaptación, ambos gatos comenzarán a jugar, dormir, acicalarse e interactuar con sus dueños, llevando así una vida más plena.  

 

Alejandra Forero. Egresada de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (UNAM), fanática del estilo Kawaii y los colores estridentes, además del anime japonés. Catlover de profesión, promotora de la ailurofilia (es momento de romper con todos los mitos negativos que hay alrededor de estos enigmáticos seres, los felinos). 

 

 

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