Ante un gobierno mexiquense con múltiples conflictos, se acerca la definición de candidatos para gobernar el Edomex.
En dos semanas se decidirá quiénes serán los candidatos de los principales partidos políticos a la gubernatura del Estado de México.
Como pocas veces, el tema de la elección mexiquense tiene gran importancia para el futuro del país. Es la entidad con el mayor número de habitantes y también es el padrón electoral más abultado.
Las estrategias de cada partido son meticulosamente operadas y cada paso que dan lo hacen con la mayor delicadeza para no romper con los tiempos legales o la impaciencia de sus simpatizantes.
El Movimiento de Regeneración Nacional, que lidera Andrés Manuel López Obrador, es el partido que tiene menos conflictos para elegir a su candidata. Será la diputad federal y ex presidenta municipal de Texcoco Delfina Gómez.
Desde hace algunos meses, la profesora Gómez recorre el estado en calidad de cuadro dirigente de su partido, con lo que las quejas que sus adversarios pudieran interponer ante las autoridades electorales, se diluyen. La organización de MORENA cuenta con una estructura muy bien articulada y, si contamos que los mexiquenses son de los electores que más votan por AMLO, podemos adelantar que la candidata morenista estará en la pelea por la gubernatura.
El PAN y el PRD aún no se ponen de acuerdo para lanzar a un candidato que abandere a la oposición mexiquense.
Los liderazgos estatales de estos partidos se oponen a la alianza pero la presión de los comités nacionales podría llegar a un acuerdo en el que se le otorgue la candidatura a Alejandro Encinas, el senador mexiquense con licencia, presidente de la Constituyente de la Ciudad de México y exJefe de Gobierno del DF.
En donde han tenido que contener a sus aspirantes es en el PRI. Más de una quinteta de políticos quieren ir por el lugar que ahora tiene Eruviel Ávila.
Destacan dos mujeres: Ana Lilia Herrera, actual secretaria de Educación estatal y senadora con licencia. Carolina Monroy, diputada federal y Secretaria General del CEN del PRI. Ambas registran buenos números en las encuestas pero dos factores podrían impedir que sean postuladas: 1. Que Enrique Peña Nieto, el primer priísta del país, decida que su primo Alfredo del Mazo sea el candidato. 2. Que la estructura tradicional del priísmo mexiquense no quiera llevar como candidata a una mujer a pesar de que cuentan con una trayectoria amplia como militantes y funcionarias en el gobierno estatal. Además, son las que menos negativos tienen dentro del PRI, y que sus probables contrincantes (Delfina Gómez y Alejandro Encinas) gozan en la opinión pública estatal.
El resto de los aspirantes priístas son Carlos Iriarte, diputado y presidente del PRI en el estado, a quien se le ve como el político nacido en la cultura del esfuerzo. También está José Manzur, el secretario de gobierno y miembro de la burocracia partidista de muchos años. Se anotan también el Secretario del Trabajo federal Alfonso Navarrete Prida y el ya mencionado Alfredo del Mazo, primo del PPP (Primer Priísta del País), hijo y nieto de exgobernadores.
Como nunca, la izquierda tiene la oportunidad de ganar la más importante entidad del país, electoralmente hablando. Tanto Delfina Gómez y la probable alianza de panistas y perredistas con Alejandro Encinas tienen una amplia ventaja ante sus oponentes.
Los priístas, por eso decidieron posponer la candidatura de su próximo aspirante hasta el 25 de enero, cuando ya sepan quién será el elegido de la alianza, si es que se da, y que no sufran un rompimiento que los saque del juego antes de iniciarlo.
EPN no quiere verse presionado como hace seis años cuando Elba Esther Gordillo y Humberto Moreira le obligaron a bajar a su primo Del Mazo de la candidatura y subir al entonces alcalde de Ecatepec, Eruviel Ávila, bajo el argumento de que si el edil no era postulado éste se iría con la oposición y su primo sería derrotado.
Dos semanas de tensión, días en los que mucho del futuro del país se juega.