El deporte nos une en luto y en euforia; el accidente del Chapecoense cimbra al mundo del futbol.
El deporte siempre ha sido una gran herramienta para unir al mundo. En Juegos Olímpicos hemos visto grandes acciones de deportistas que ayudan a llegar a la meta a otros competidores que están al borde del desmayo tras un gran esfuerzo físico.
El deporte nos da alegría, podemos llorar de felicidad o de tristeza cuando gana o pierde nuestro equipo; el deporte nos asombra al demostrarnos la gran capacidad del cuerpo humano para realizar clavados de más de 10 metros, para volar con una motocicleta o bicicleta, para rapelear por las montañas más grandes del mundo.
Uno de los sucesos más tristes de los últimos años, es sin duda el trágico accidente aéreo del club de futbol brasileño Chapecoense, que se dirigía a Colombia para enfrentar la ida de la final de la Copa Sudamericana. 19 futbolistas murieron, 3 sobrevivieron y luchan por sobreponerse.
Este hecho unió al futbol mundial. Todo mundo se pronunció en redes sociales en apoyo a un equipo que bien podría decirse que tiene una historia de cenicienta. Un equipo humilde que hace 3 años estuvo a punto de desaparecer por problemas financieros y que llegó a su primera final internacional, ahora es conocido en todo el orbe.
El Atlético Nacional rindió un homenaje en el Estadio Atanasio Girardot, más de 50 mil personas gritaron “¡Vamos Chape!” en un acto que simplemente enchinó la piel de todos los amantes al deporte y que lamentaron la muerte de los futbolistas del equipo verdolaga, como también se le conocía.
Hoy es un día en el que tenemos que volver a ver al deporte como una gran herramienta, que no sólo es un negocio o una forma de mostrar el poderío de un país ante los demás; es momento de verlo como una forma de unirnos sin violencia, de romper las fronteras, de unirnos en una sola voz.
Jorge Rubio. Es director de Deportes TV Educativa/Periodista deportivo.