Cada año, el 12 de julio se celebra a aquellas personas que estudiaron Derecho, se reencuentran en eventos públicos que organizan oficinas públicas de todos los niveles de gobierno, desayunos elegantes para los profesionales de la justicia, encabezados por las personas que integran el Poder Judicial o titulares de las Fiscalías. Este año, como casi todo lo que ha sucedido desde los últimos días de marzo, fue virtual.
Quizá el tema de festejar a las personas profesionales del Derecho no sea tan importante, como sí lo es, el hecho de que muchos de ellos ante la pandemia se encuentran en situación de desempleo y los casos que promueven, en su gran mayoría, deben encontrarse con suspensión de plazos, debido a las determinaciones que han tomado los distintos Tribunales de todo el país, con la finalidad de salvaguardar la salud y seguridad de las personas.
Quienes ejercen la abogacía pueden dedicarse libremente al litigio, lo que equivale a no contar con prestaciones y un salario formal, dependen pues de representar a las personas en sus asuntos legales, presentar demandas, contestaciones a demandas, denuncias, querellas, reconvenciones, pruebas, ejecuciones de sentencias, embargos, diversas audiencias ante los distintos tribunales de las diversas materias en las que se ejerce el Derecho, agencias del ministerio público, notarías y corredurías públicas, practicar arbitraje legal y todo tipo de diligencias que permitan el avance de su estrategia legal para obtener el triunfo ante la ley.
Con la mayoría de los tribunales y juzgados con plazos suspendidos, sus asuntos en litigio no avanzan, por tanto, no concluyen, lo que significa que no pueden ser cobrados los honorarios por ello. Generando una incertidumbre económica.
Aunado a esta celebración inusual, debe señalarse que, parte de la nueva normalidad, significa que, las personas profesionales del Derecho se deben a las nuevas tecnologías para atender sus diligencias, varios tribunales locales y federales, la propia Suprema Corte de Justicia de la Nación ha establecido la promoción de juicios en línea, de ahí que, tener conocimientos básicos en computación, es vital.
Este 12 de julio, el mensaje oficial de la SCJN dirigido a quienes ejercen la abogacía, invita a renovar el compromiso inicial de cuando se eligió esa vocación, y así es, no solo en el Derecho, sino en todos los aspectos de la vida, esta emergencia sanitaria ha conminado a repensar y renovar la esencia de las personas.
El Derecho, es una carrera de estudio diario y constante, cada asunto, así como cada persona, es distinto, tiene sus aristas y la persona estudiosa de esta materia se encuentra obligada a la capacitación y actualización para estar a la altura de las exigencias de las reformas, expedición de nueva normativa y derogación de normas.
Las y los abogados libran batallas diarias, en un mercado hasta cierto punto saturado de profesionales de la materia, por tanto, las circunstancias actuales le imprimen un grado de dificultad que no todas las personas podrán sortear: juicios en línea, uso de firma electrónica, escaneo de demandas, presentación oportuna, uso de internet, contar con equipo básico de cómputo, presentar pruebas, desahogarlas, atender diligencias virtuales, generar convencimiento ante la persona juzgadora a través de plataformas digitales y un largo etcétera que sucederá al momento de atender los asuntos a distancia.
En México, prácticamente en todas las áreas del Derecho, el desahogo de los procesos jurisdiccionales ha sido por escrito, eso hasta hace poco, ha distinguido el ejercicio de la profesión, las personas que ejercen la abogacía son en su mayoría, reconocidas por su capacidad de redacción; en los últimos años la única área que ha sido pionera, no solo en México, de juicios en línea ha sido la Fiscal, lo que ha llevado más de 10 años, ahora la emergencia sanitaria prácticamente ha obligado a las demás ramas del Derecho a desarrollarse bajo ese esquema virtual.
Tendrán frente a sí, quienes ejercen el Derecho, el reto de adecuarse a las exigencias de una pandemia que no da tregua, los juicios orales, divorcios, la materia agraria, el derecho electoral, los procedimientos administrativos, los juicios civiles, los asuntos laborales, los amparos, las quejas, el arbitraje y todo aquello donde un abogado o abogada puedan intervenir, deberán contar, con mayor creatividad y una actitud de renovación para la que quizá no estaban preparados aún.
El Derecho, seguirá siendo ese instrumento para alcanzar la justicia y en momentos la paz, ya sea a través de diligencias personales o virtuales, escrito o enviado a través de un correo electrónico, con sesiones de resolución en video conferencias, Plenos de los diversos Tribunales en todo el país adecuándose para cumplir el mandato constitucional de acceso eficaz a la justicia.
Feliz día abogadas y abogados de México.
