Donald Trump nos une, la política nos divide. ¿Estamos Unidos Mexicanos? Ni para una marcha.
Hace 12 años y ocho meses, ocurrió la mayor movilización ciudadana en la historia reciente del país. No la encabezó ningún político. Ese 27 de junio de 2004 hubo un motivo, se marchó contra la violencia y la inseguridad. “Rescatemos México” fue la gran marcha blanca.
Como símbolo de UNIDAD, cientos de miles de personas vestidas de blanco, salimos a las calles a exigir de manera pacífica a las autoridades terminar con la delincuencia y los secuestros que desde entonces eran nota principal en los diarios.
Las imágenes fueron impactantes, sobrecogedoras, rostros tristes, luto, indignación, enojo, algunas de esperanza y muchas de solidaridad. Una marcha solemne de casi un millón de personas que nos UNIMOS silenciosamente para -gritar- un “YA BASTA” e implorar el despertar de un México pasmado ante la impotencia de las cifras de secuestros, asesinatos y desaparecidos.
¿Qué ha ocurrido en esos casi 13 años? ¿Somos una sociedad más vigilante? ¿Somos una sociedad civil más organizada y participativa para exigir nuestros derechos?
Aquella unión que generó esperanza entre los ciudadanos, sólo quedó en imágenes, fotos, videos y en la memoria de los que caminamos aquel día. Una marcha así, como la de ese histórico domingo, no se ha repetido.
Nos ha pasado de todo: las cifras de la inseguridad van en aumento; el crimen organizado ha tomado el control que le corresponde al Estado; la corrupción parece competencia entre políticos y funcionarios públicos; las decisiones que afectan a los ciudadanos las recibimos sin el mínimo quejido; la impunidad se pasea de lado a lado y ahí estamos muchos mexicanos como espectadores, sin exigir nada. ¿Por qué no repetir la hazaña del 2004 y salir a manifestarnos UNIDOS?
Lamentablemente porque ésta segunda palabra del nombre oficial de nuestro país, es lo que menos tenemos. No estamos UNIDOS, ni aunque nos afecte el gasolinazo, ni aunque nos humille el nefasto de Donald Trump.
Le cuento, “Vibra México”, organización que agrupa a diversas organizaciones de la sociedad civil, tuvo la iniciativa de realizar el próximo domingo 12 de febrero en la Ciudad de México y otras ciudades del país “La marcha ciudadana por el respeto para México”. El propósito es defender a la nación de las amenazas de Trump. Saldrá a las 12:00 horas del Auditorio Nacional hacia el Ángel de la Independencia.
Según los organizadores, se trata de una expresión apartidista, pacífica y respetuosa para defender los derechos de todas y todos los mexicanos y exigir al gobierno de México asumir acciones contra la pobreza, corrupción, impunidad, desigualdad y derechos humanos.
Poco después, otra organización “Mexicanos Unidos”, la de la señora Isabel Miranda de Wallace, convocó a otra marcha el mismo domingo 12 de febrero, también a las 12:00, del Ángel de la Independencia hacia el Zócalo de la iudad, con el propósito de protestar contra las agresivas acciones migratorias de Donald Trump y apoyar al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto ante las negociaciones con el gobierno de los Estados Unidos.
No había margen de error, la más abultada sería la primera. ¿Cuál era la intención de la segunda convocatoria?
Pedirle al gobierno que haga lo que le toca hacer, no es estar en contra de él. Son sus tareas, son sus responsabilidades y es nuestra obligación exigírselo.
Los agravios son para todos, los intereses son distintos.
Por eso sigue brillando aquella marcha blanca que encabezaron los ciudadanos, no los políticos, sin organizadores “oficiosos” y con el ingrediente principal: un motivo que nos uniera.
Después del fracasado intento de sabotear la primera marcha, finalmente “se acordó” que ambas se realizaran el mismo día, a la misma hora y coincidirán al final.
“Vibra México” saldrá del Auditorio Nacional, la otra del Hemiciclo a Juárez y se unirán a las 14:00 horas en el Ángel de la Independencia.
Como diría el divo, “pero ¡qué necesidad!”.
¿De quién fue la grandiosa idea?
Y así quieren unidad.
