¿Final regia o final internacional? Algunos hicieron polémica sobre esto, ya que no vieron este duelo por el título de la Liga de Campeones de la Concacaf como algo que traspasa fronteras al tratarse de dos equipos mexicanos los que luchaban por el campeonato. La realidad es que ambas definiciones eran correctas, fue una final regia en un torneo internacional.
Tigres y Monterrey definieron al nuevo representante de la Confederación al próximo Mundial de Clubes, que en mi gusto es una competencia que solo lleva a los jugadores de paseo y que afortunadamente vivirá sus últimas ediciones como lo conocemos y planea extenderse a 24 clubes.
La rivalidad entre los equipos regios ha incrementado, sobre todo en los últimos años, pero no solo en quien gana un partido, compiten por ver quién compra al más caro, quién hace un mejor espectáculo, el mejor estadio, el mejor director técnico, la mejor directiva. Cada aspecto es importante para determinar quién manda en esta parte del país.
La carnita asada se volvió a hacer, y los rayados fueron acechando al tigre y casi sin que se dieran cuenta los felinos, los fueron asando, lentamente, hasta llegar al término perfecto.
El marcador global fue de 2-0 a favor de Monterrey y los del Tuca Ferretti tendrán que replantearse qué están dejando de hacer para que los títulos internacionales no lleguen, y los de Diego Alonso, a quitarse de la cabeza la idea de que su nuevo estadio, el “Gigante de Acero”, está maldito.
Mención especial para Rodolfo Pizarro, un jugador que ya debería jugar en Europa, tiene una gran calidad futbolística y parece que le queda chico el futbol nacional. Estrellita para Marcelo Barovero, portero de Monterrey que fue factor para que su equipo se coronara.
Rayados de Monterrey, nuevo campeón de la Liga de Campeones de la Concacaf.