Bastará una mayoría simple para que Rousseff sea apartada del cargo provisionalmente mientras se suceden las otras sesiones, las que, en puridad, juzgarán a la presidenta.
Tras una larga sesión que comenzó al mediodía y terminó casi a las nueve de la noche del lunes, pródiga en gritos, abucheos, exhibición de carteles, muñecos y banderas, la comisión parlamentaria especial aprobó la apertura del proceso de destitución parlamentaria (impeachment) de Dilma Rousseff. Lo hizo por un margen de 38 votos a 27.
El pleno de la Cámara de Representantes brasileña, con 513 diputados, votará el viernes. Si un tercio de diputados se manifiesta en contra de la apertura del proceso, el impeachment se detendrá; si no, seguirá su camino hacia el Senado. Ahí bastará una mayoría simple para que Rousseff sea apartada del cargo provisionalmente mientras se suceden las otras sesiones, las que, en puridad, juzgarán a la presidenta.