Los presidenciables en el campus Monterrey del ITESM mostraron fortalezas y debilidades.
Sólo Ricardo Anaya y López Obrador lograron lleno total. Y fueron igualmente aplaudidos.
Pero los universitarios no celebraron los chistes de AMLO de la mafia del poder ni las propuestas para los jóvenes.
Y si bien interrumpieron varias veces a Anaya para aplaudir sus promesas sobre corrupción, el frentista se quedó corto en las definiciones sobre matrimonio igualitario y aborto.
AMLO y El Bronco le ganaron de calle. Margarita Zavala fue más conservadora todavía.
En la proyección del evento, Morena demostró que trae una excelente estrategia para comunicar ánimo de triunfo.
Es cierto que a López Obrador le gritaron “¡Presidente!”. Pero también lo es que esa aclamación fue empujada por sus acompañantes.
En contraste, el equipo de Anaya tiene una reacción digital mediocre que depende agencias publicitarias.
Fue evidente que José Antonio Meade, en ese sector, está en tercer lugar. El auditorio no se llenó. Pero él hizo un muy buen papel. Y al final fue ovacionado.
Con Margarita Zavala hubo más lugares vacíos. Ella entusiasmó a los asistentes. Pero el TEC fue indicador de que su candidatura se ha desvanecido.
Y El Bronco, que no es profeta en su tierra, con un auditorio a la mitad, cosechó aplausos como lo haría Polo Polo.
Ivonne Melgar. Reportera todo terreno, va de la crónica de la vida comunitaria a la columna política. Militante en la defensa de las libertades democráticas, feminista, fanática del bolero y de los gatos. Cree que la maternidad debe ser una historia elegida y que la felicidad y el amor son una apuesta en construcción permanente.