La ignorancia y el miedo son las causas de la discriminación. Y para combatirla, la justicia debe reconocer y proteger los derechos de todas las personas, independientemente de su identidad sexo-genérica, es decir, si es mujer, hombre, intersexual o transexual.
Paola Buenrostro, una mujer transgénero dedicada al sexoservicio, fue asesinada el 29 de septiembre de 2016. Ella estaba en la calle Puente de Alvarado, abordó el vehículo de un cliente, se despidió de sus amigas y metros más adelante comenzó a pedir ayuda. Segundos más tarde, se escucharon dos detonaciones por arma de fuego.
Paola es una de las 473 personas asesinadas en México por motivos relacionados a la orientación sexual o la identidad y expresión de género. Crímenes de odio. ¿Las víctimas? 79 personas de la comunidad LGBTTTIQ han muerto cada año desde 2013, es decir, 6.5 cada mes.
No sólo son víctimas de la discriminación y la violencia, también la impunidad es una losa pesada, fría, dolorosa. Sólo el 10 por ciento de los casos se investigan como posibles crímenes de odio y la identificación de los responsables ocurre tan sólo en el 28 por ciento de las carpetas de investigación.
El grupo más expuesto a la violencia homicida contra las personas LGBTTTIQ son las mujeres trans, ya que representan el 55 por ciento de los casos (261); seguidas de los hombres homosexuales con 192 casos (40 por ciento) y las mujeres lesbianas con nueve asesinatos. También se han registrado los homicidios de hombres bisexuales y el feminicidio de una mujer bisexual.
En casi todos los casos, según un estudio de la organización Letra Ese, los cuerpos de las víctimas fueron hallados “con marcas de tortura” y hubo violencia sexual antes o después de su asesinato.
Es un lamentable fenómeno que se extiende velozmente por todo el territorio nacional. Aunque la falta de sensibilidad de las autoridades ministeriales y la ausencia de protocolos da lugar a cifras negras que no son consideradas en un recuento confiable, Letra S ha documentado que Veracruz es la entidad con mayor número de asesinatos en este sector (43), seguido por Guerrero (39), Quintana Roo (33), Estado de México (30), Chihuahua (28), Puebla (27) y Tamaulipas (25).
Recientemente, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHDF) emitió la recomendación 02/2019 a la Procuraduría General de Justicia (PGJ), por el caso de Paola Buenrostro. Se trata de la primera recomendación que reconoce el transfeminicidio como una forma de violencia contra las mujeres transgénero.
La CDHDF concluyó que las autoridades de la PGJ no investigaron con perspectiva de género ni vincularon a proceso al agresor, pese a tener todas las pruebas necesarias -incluso, el presunto homicida fue liberado-, por lo que la autoridad ministerial deberá ofrecer una disculpa pública, ejecutar un plan de reparación del daño para Kenya Cuevas -testigo de los hechos- y deberá diseñar procedimientos específicos de actuación para la atención a las personas de la comunidad LGBTTTIQ.
Mirar el mundo desde una perspectiva binaria, de blanco y negro, bueno o malo, resulta falso y engañoso. Todos los proyectos de vida son valiosos, legítimos y ocupan un lugar en la sociedad. Merecen respeto y, sobre todo, justicia a secas, sin exclusiones.
