Hay quienes afirman que Brasil tiene a su Donald Trump entre los candidatos presidenciales: al parecer, no se equivocan. Defensor de la impunidad policial, de la familia tradicional, de la brecha salarial entre hombres y mujeres, de los ricos y de los blancos, Jair Bolsonaro marcha como segundo en las encuestas.
A lo largo de la campaña, no ha tenido reserva en expresar frases discriminatorias. Y en torno a la mujer no ha dudado en justificar la diferencia de remuneración que existe por género. “¡Por eso les pagan menos a las mujeres! Es muy fácil, yo, que soy empleado, decir que es injusto, que hay que pagar el mismo salario. Pero el que está produciendo, con todos los encargos, pierde productividad”, aseguró en una ocasión, argumentando que es entendible que con los embarazos las mujeres cobren menos que los hombres.
“Tengo cinco hijos. Cuatro son hombres y en el quinto aflojé y tuve a una mujer”. Esta es otra de sus conocidas frases, utilizada el año pasado para hablar de su única hija, como si se tratara de una falla de la concepción. Pero, al parecer, el candidato —quien fue apuñalado en campaña, y a raíz de ello repuntó peligrosamente en las encuestas— resulta inmune a las críticas.
Por esta causa, las mujeres en Brasil decidieron lanzarse a la batalla frontal en una campaña de concientización del voto, principalmente por medio de internet.
Millones de mujeres se unieron a una campaña en línea contra el aspirante del Partido Social Liberal antes de la primera ronda de las elecciones generales que tendrá lugar el próximo 7 de octubre. Bajo el hashtag #EleNão (Él No), las mujeres, algunas con amplia presencia mediática, buscan crear conciencia del peligro y retroceso de un candidato con misoginia expresa.
Para este propósito se han creado grupos en WhatsApp y Facebook, a los que se han sumado millones de usuarias de estas plataformas.
Un retroceso sería particularmente peligroso en esa nación. Una mujer es asesinada cada dos horas en Brasil por causas relacionadas con violencia de género, lo que convierte al gigante sudamericano en el país donde se comete el 40 por ciento de los feminicidios de Latinoamérica, señaló Nadine Gasman, representante de ONU Mujeres, en vísperas del Día Internacional de la Mujer en el presente año. Además, remarcó que la igualdad de género, la lucha contra la violencia y la participación política de la mujer avanzan a velocidades mínimas en Brasil.
De acuerdo con el más reciente estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Brasil ocupa el séptimo puesto a nivel mundial entre las naciones donde más se asesina a mujeres por casos vinculados con violencia de género.
“Diariamente son asesinadas 13 mujeres, el doble que en México“, aseguró la representante de ONU Mujeres.
Ante estos números, lo asombroso no es que las mujeres se lancen en ofensiva ante tal candidato, sino que, aunque es rechazado por 49 por ciento de las mujeres votantes, Bolsonaro cuenta con el apoyo de un 17 por ciento de ellas, según una encuesta de Datafolha publicada el 10 de septiembre.
Hay gran trabajo por hacer. No solo en hombres machistas sino en mujeres que refuerzan estructuras de opresión. Lamentablemente, a esto hay que añadir que los escándalos de corrupción que antecedieron a la caída de Dilma Rousseff —primera mujer en alcanzar la Presidencia de Brasil— dieron municiones a los impulsores de la misoginia política.
Es la hora de que la mujer brasileña sea ejemplo para el mundo. No en el estereotipo de la modelo de carnaval al que lo ha reducido la mirada cosificadora, sino como triunfadora de una batalla contra el sexismo que cada vez conquista más urnas.
