En la delegación Miguel Hidalgo de la Ciudad de México, parecería que se está rodando una película de horror, por irregularidades, intereses y presencia del crimen organizado que ponen en alto riesgo a sus habitantes.
Desde que llegó Xóchitl Gálvez a la demarcación en octubre de 2015, ha sido señalada por intentar elevar de manera desproporcionada la tarifa del predial para obtener recursos que no se sabe a dónde serán dirigidos. ¿Por qué abordar ahora a Miguel Hidalgo concretamente?, nada más porque fue esta zona la protagonista de una escena relacionada con narcotráfico y criminalidad.
Miguel Hidalgo tiene una población de 360 mil habitantes, de los cuales, se podrían conseguir jugosos ingresos por esta vía de impuesto, sobre todo por el llamado boom inmobiliario que se desarrolla en la zona del Nuevo Polanco.
¿Pero qué otras necesidades tiene este perímetro, más allá de tratar de agenciarse dinero a costa de los que sí trabajan y producen?, pues atender la inseguridad que generan quienes no pagan impuestos, roban y desestabilizan.
Estoy hablando de la reciente detención de Dámaso López Núñez, alias “El Licenciado”, quien fue capturado en la colonia Anzures, luego de un operativo para cumplimentar dos órdenes de cateo.
La nota se dio en el Residencial Hares, ubicado en avenida Ejército Nacional 225, donde fue ubicado Dámaso, brazo derecho de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo” Guzmán. ¿En serio puede moverse sin ser captado un personaje tan importante del Cártel del Pacífico en calles capitalinas?, ¿nadie había sospechado de él, ningún policía preventivo pudo advertirlo a autoridades federales?, pues no.
En otro cateo, también realizado recientemente en la delegación Azcapotzalco (contigua a Miguel Hidalgo), agentes federales detuvieron a Víctor Geovanny González Sepúlveda, “El Chómpiras”, elemento cercano a Dámaso López y operador logístico y financiero de esta célula en la capital de la República.
Es bien sabido que este trabajo de inteligencia es meramente federal, no obstante, la localía está comprometida a coadyuvar para dar aviso, cosa que no ocurrió porque Xóchitl Gálvez está más preocupada ideando cómo atraer dinero, abandonando las obligaciones delegacionales.
Como sabemos, la delincuencia del fuero común es responsabilidad de la Secretaría de Seguridad Pública de esta ciudad, pero en muchas ocasiones, las organizaciones vecinales se quejan de la omisión de Gálvez.
Un estudio de la organización “Observatorio Ciudad de México. Seguridad y Justicia”, revela que esta delegación se encuentra entre las cuatro de mayor índice homicidios y plagios. De hecho, en Miguel Hidalgo se tiene la mayor probabilidad de ser extorsionado, y algo que lo agrava aún más, es que en la CDMX el 95% de los delitos cometidos no se denuncian.
Miguel Ángel Mancera argumenta que en la entidad que gobierna no operan los cárteles, “sólo es un centro logístico y financiero de la delincuencia organizada”. ¡Ah, bueno!, si usted es habitante de la Miguel Hidalgo, no se preocupe, puede seguir teniendo como vecino a un lugarteniente de la droga e invitarle un cafecito a la sala de su casa, al fin todavía no arrojan cuerpos sobre Masaryk, ejecutan visitantes en plaza Antara o se enfrentan con soldados en colonias populares como la Pensil o Anáhuac.
Ya sin ser sarcástico, le digo que las cosas están tan alarmantes que algunos incluso ya tuvieron la osadía de decir que comienzan a extrañar al perredista Víctor Hugo Romo y lo prefieren en lugar de la panista Xóchitl, y eso ya es mucho delirar. Ni a cuál irle.
Atalo Mata Othón. Egresado de la escuela de periodismo Carlos Septién García. Tiene 19 años en el ejercicio del periodismo. Conduce noticiarios en Excélsior TV y es profesor universitario.
