La escritora británica Renée Knight nos deja leer, a manera de adelanto editorial, su fantasioso relato ‘El Día de la Madre’, un interesante ejercicio de imaginación.
Podría pasar por un privilegio, un adelanto editorial de misterio y atmósfera maternal en esta siempre memorable página del calendario: 10 de mayo, así como el que otorgó a los lectores de Excélsior la editorial Océano, en el que la escritora británica Renée Knight, autora del exitoso thriller “Observada”, nos deja leer su fantasioso relato El Día de la Madre.
Y es que en este cuento convergen dos elementos que se conjugan cierto 10 de mayo: un calendario y el Día de la Madre. Laura, niña dotada de una imaginación desbordante, construye todo un mapa de recuerdos, inverosímiles y quizá varios reales, atrapada en las sensaciones que observa dentro de un hotel en el que se hospedó con sus padres, siempre envuelta en una bella imagen: “saltando sobre una cama con dosel, envuelta en un albornoz blanco”.
La autora nos sumerge en un mundo utópicamente inocente o inocentemente increíble, propiedad de la niña Laura, quien disfrutaba y a la vez sufría, todos esos mágicos momentos en que “recordaba cómo se habían buscado –ella, su familia y sus fantasmas– en las fotos cuando aquella Navidad de hacía tantos años, les llegó el calendario por correo”.