Una semana después de retirarse de la final por equipos, la estadounidense Simone Biles volvió a pisar el gimnasio Ariake y, con la excelencia que exhibe
Solo por detrás de las superpotencias China y Estados Unidos, las clavadistas mexicanas Gabriela Agúndez y Gabriela Orozco subieron al podio olímpico de la plataforma sincronizada al adjudicarse