Envejecimiento de la población avanza rápidamente; las mujeres son mayoría - Mujer es Más -

Envejecimiento de la población avanza rápidamente; las mujeres son mayoría

Foto: Pixabay

Por primera vez en la historia de la humanidad, la mayoría de las personas alcanzan edades avanzadas. En México ya hay más de 17 millones de adultos mayores, que representan 12.8% de la población total.

El envejecimiento de la población avanza a un ritmo sin precedentes. Cada vez más personas viven más años, y el país enfrenta nuevos desafíos sociales, económicos y éticos.

Así lo señaló Verónica Montes de Oca Zavala, coordinadora del Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Envejecimiento y Vejez de la UNAM, quien advirtió que “es la primera vez en la historia de la humanidad que somos tan longevos”.

“Este es el momento en que más generaciones conviven juntas”, expresó la investigadora.

Un cambio demográfico profundo

En México hay alrededor de 17 millones de personas adultas mayores, equivalentes al 12.8% de la población nacional, distribuidas de manera heterogénea en el territorio.

Para 2030, se estima que una de cada cinco personas en la Ciudad de México y el Estado de México será mayor de 60 años.

La expectativa de vida al nacer se ha duplicado en los últimos 150 años, tanto en los países desarrollados como en aquellos con menos recursos. Sin embargo, el crecimiento de esta población plantea retos estructurales en materia de seguridad económica, atención médica y garantía de derechos.

Desigualdad y vulnerabilidad

Montes de Oca advirtió que uno de los mayores problemas es la inseguridad económica.

En México, explicó, la seguridad social se ha privatizado y los ahorros de los trabajadores pasaron a manos de empresas particulares que cobran comisiones, lo cual agrava la vulnerabilidad de las personas mayores.

En materia de salud, aunque ha crecido el número de geriatras, no existe una cultura de prevención. La demanda de servicios médicos aumenta, pero muchos centros de atención no cuentan con las condiciones necesarias ni con un enfoque de derechos humanos para atender adecuadamente a esta población.

La vejez no es una muerte simbólica

“El envejecimiento es un proceso biológico determinado por condicionantes sociales que no debe ser violento ni atentar contra la historia e identidad de las personas”, subrayó la especialista.

Montes de Oca advirtió que con frecuencia se patologiza la vejez, negando los dolores y enfermedades como resultado de años de desigualdad y explotación.

Además, se invisibilizan las violencias sociales y estructurales, se infantiliza a las personas mayores y se restringen sus derechos a la autonomía y la dignidad.

En México, 16% de las personas mayores se encuentra en situación de abandono o sufre alguna clase de maltrato. También enfrentan exclusión laboral al no ser consideradas productivas, lo que aumenta su vulnerabilidad económica.

La especialista señaló que existe una “percepción de carga social” que refuerza estigmas y limita su participación plena en la vida pública.

Feminización del envejecimiento

Durante su participación en el Seminario Permanente de Bioética, en la ponencia “Bioética y vejez: violencias y precariedad de vida en adultos mayores”, Montes de Oca enfatizó que las mujeres constituyen la mayoría del sector de personas mayores.

“Hay una feminización del envejecimiento: ellas tienen una esperanza de vida más alta y predominan en edades longevas”, puntualizó.

También señaló que en América Latina y el Caribe existe una gran heterogeneidad en la transición demográfica: no todos los países envejecen al mismo ritmo.

En los de menor desarrollo, la esperanza de vida es más limitada. Haití, por ejemplo, tiene la más baja del continente.

Dignificar la vejez

Para dignificar la vejez, subrayó, se requiere respeto, alivio del sufrimiento, acceso a la salud, vivienda y seguridad, así como reconocimiento de la singularidad y trayecto de vida de cada persona.

También insistió en cambiar la narrativa sobre el envejecimiento y promover el respeto a la autonomía y toma de decisiones.

Desde la perspectiva bioética, Montes de Oca destacó que deben abrirse espacios de diálogo para debatir sobre temas como la muerte digna y la lucha contra las vulnerabilidades estructurales y simbólicas.

“La dignidad y la vida humana son principios innegociables que deben guiar todas las decisiones”, apuntó.

Nuevas formas de envejecer

La investigadora subrayó que no todo en la vejez es precariedad o enfermedad.

Existen múltiples ejemplos de personas mayores activas y comprometidas con sus comunidades, como quienes dirigen albergues para animales, cuidan bosques comunales en Oaxaca o preservan bancos de semillas.

Para la especialista, estas historias muestran que el envejecimiento puede ser también una etapa de plenitud, participación y legado.

 

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