…Revolucionario Institucional y Acción Nacional pone un pie al borde del abismo.
Por. Fernando Coca
X: @Fercoca
Primero. Acción Nacional no presentó nada nuevo. Modificó su logo y su lema, pero no presentó ni nuevas estrategias, ni nuevas caras, ni una nueva forma de hacer política.
Los tres ejes que presentó Jorge Romero, presidente del CEN del PAN son buenas intenciones para resucitar a una organización que perdió el rumbo hace 25 años.
¿Redefinir las causas, reviviendo el orgullo panista y empatía con la gente? En su origen, Acción Nacional buscaba formar conciencia ciudadana, impulsar el cambo social, reivindicaba que los ciudadanos ejercieran sus derechos políticos y su capacidad de asociase en organismos independientes del gobierno (el PRM corporativo creado por el presidente Lázaro Cárdenas) y, más importante para los fundadores, mantener sobre el gobierno la vigilancia de la sociedad.
No veo a ningún dirigente panista con la capacidad operativa para emprender estas tareas. Incluso, desde la dirigencia nacional tienen “alejados” de la actividad partidista -al menos eso es lo que se ve- a dos de sus militantes más claros al momento de dirigirse a la sociedad: Adriana Dávila y Damián Zepeda, quienes transmiten con contundencia el ideario de un Acción Nacional posible.
¿Reformar los estatutos, para abrir el partido a una etapa de participación, transparencia y democracia? Eso de las primarias, lo de abrirse a la sociedad suena más a salir a pescar las inconformidades que existan contra MORENA y, como lo hacían antes del 2000, postular a quienes en su partido no fueron postulados.
Cambiaron el logo y el lema y ahora, dicen, sus valores serán la Patria, la Familia y la Libertad.
¿Qué le dice eso a los ciudadanos? Nada. Eso de postular candidatos externos ya lo tienen en MORENA y Movimiento Ciudadano que destinan un porcentaje de candidaturas para no militantes.
Los números no le favorecen a los panistas cuando se alían con los tricolores. Perdieron presencia electoral en congresos locales, presidencias municipales y en las cámaras federales. El PRI es un lastre que ya no tiene liderazgos que puedan convencer a los electores de votar por esa opción. Rinde más, políticamente hablando, ser postulado por MC, el Verde o el PT que por el PRI.
Romero tiene la tarea de conquistar votos para llevar a sus candidatos al congreso federal. Si MORENA desaparece los plurinominales, ¿cuántos diputados podría ganar el PAN de los 300 lugares en la Cámara de Diputados? ¿Cien de los 151 distritos que necesitarían para ser opción real al partido en el poder? En la elección anterior sólo ganaron tres distritos solitos. Se llevaron 43 en alianza con el PRI y el PRD (que ya no existe).
Dicen que tienen identificados los distritos en los que tiene presencia con clara posibilidad de ganar. A ras de tierra, casa por casa.
Y con todo lo anterior, Jorge Romero y Alejandro Moreno están por sepultar a sus partidos.
Alito no tiene cara para pedirle a nadie el voto. Romero expresa que hay ciencia electoral para obtener el voto en el 27.
Al PAN de hoy le falta barrio.
Al PAN le sobra incapacidad para influir en el electorado.
La letrina. Dejará su lugar en la cámara alta por dos semanas para irse de turismo revolucionario. No lo hemos visto en Sinaloa, Michoacán, Jalisco o cualquier otro estado de la República al lado de las víctimas del crimen organizado. Para él luce más la lucha internacional. Ojalá dedique su actividad política a las causas internacionales. Sería una ganancia invaluable para el partido, el Senado y el país si no regresa.