Por. Ivonne Melgar
Columnistas afines a Palacio Nacional celebran el alineamiento de los astros en favor de la mandataria y reseñan la manchada imagen de sus excompetidores, incluyendo ahora al hijo del expresidente.
Son analistas que acompañan desde el sexenio anterior la tarea pedagógica y propagandística de Morena y la presidencia y que ahora cuestionan las conductas de Adán Augusto López, Fernández Noroña, Ricardo Monreal y Andrés López Beltrán.
De manera simplista, esta nueva narrativa concluye que la presidenta Sheinbaum tiene que deshacerse de sus excompetidores para salvar el cambio que Morena impulsa como si “los lastres heredados” no fueran sus representantes, operadores y referentes.
Por eso es importante contrastar estas versiones con la realidad en la que se mueven los defenestrados morenistas, líderes y conductores del Congreso de la Unión, donde este 6 de agosto se abordó en la Comisión Permanente el tema de La Barredora, el grupo criminal que presuntamente dirigía el exsecretario de Seguridad de Tabasco, Hernán Bermúdez Requena.
La sesión inició con un ríspido intercambio entre Ricardo Anaya, jefe de los panistas en la Cámara Alta, y el presidente de la Mesa Directiva, el senador Noroña, sobre la prioridad que debía dársele al debate postergado por cuatro semanas.
“No vamos a aceptar, presidente, que nos la vuelva usted a aplicar, que se salgan por la puerta de atrás y que se nieguen a que discutamos en agenda política los vínculos de Morena con el crimen organizado”, dijo el panista.
Justificando lo sucedido en sesiones anteriores, Noroña, como responsable de conducir la asamblea, precisó: “Han pedido, mediante un eufemismo, el linchamiento que han promovido en contra del senador López Hernández”.
Lilly Téllez (PAN) presentó la solicitud de renuncia del exgobernador a la coordinación de su grupo; alegó que la seguridad de los senadores está en riesgo mientras el tabasqueño siguiera ahí.
“Pactaron con los cárteles para llegar al poder (…) Adán Augusto López no debería estar sentado ahí (…) él debería salir esposado de este recinto, y ser llevado ante la justicia, pero lo protege Sheinbaum”.
El exsecretario de Gobernación responsabilizó a la oposición de repetir calumnias de los medios y negó haber sabido de los nexos malandros de su exsecretario de Seguridad. “Mirándolos a los ojos se los digo, en el momento que haya un citatorio de alguna autoridad voy a acudir. No necesito de fuero (…) Hoy hacia mi persona no hay ninguna denuncia presentada”.
Sin exonerar al exsecretario de Gobernación, los morenistas patearon el bote. “Esperemos los resultados de esta investigación (…) El senador ha estado dispuesto a colaborar”, afirmó el diputado Leonel Godoy.
En el mismo tono habló el senador Ignacio Mier, a quien se menciona como posible relevo de Adán Augusto hacia 2026: “Que haya justicia, y va a haber justicia (…) Un abrazo al coordinador de nuestro grupo parlamentario”.
Morena desplegó la estrategia de atacar al dirigente del PRI, el senador Alejandro Moreno, en referencia a la solicitud de desafuero que presentó la gobernadora Layda Sansores.
“Yo no estoy acusado por proteger a criminales y por defender al crimen organizado, porque de eso es lo que está denunciado el senador López Hernández “, reviró el senador Alito.
“Tú lo sabes, Adán, y por eso te menciono. Jamás han sido respetuosos de la ley; si nos midieran con la misma vara a ti y a mí por lo que han inventado en los medios de comunicación, tú ya estarías en la cárcel Adán”, agregó el ex gobernador de Campeche.
El coordinador morenista refutó: “Somos completamente distintos, porque lo suyo es el lodazal, el estercolero. Lo mío es seguir construyendo el proyecto de transformación”.
Frente a la tranquilidad que el tabasqueño quiso transmitir de que él continuará como si nada, el diputado Federico Döring (PAN) acusó: “No hay mejor impunidad que lavarle dinero a López Obrador y ser su notario para caminar impunemente con la narcopolítica por las venas”.
Noroña retó a la oposición a “lavarse la boca” cuando mencionen al expresidente. Pero nadie levantó la voz cuando el líder priista se refirió a su hijo: “Hoy, el cínico y el hipócrita, no solo de López Obrador, de Andy López Beltrán, les dejó en ridículo a todos ustedes: la hipocresía, la corrupción, los negocios, el huachicol”.
Y si bien el exgobernador de Tabasco citó a la presidenta Sheinbaum para celebrar que la permanencia de la 4T en el poder va para largo, minimizado los señalamientos en su contra, también hizo suyas las palabras de quien le llamó hermano del alma.
“Como bien dice Andrés Manuel López Obrador: pues, la calumnia cuando no mancha tizna. En este caso, toda su tiznadera, pues, me tiene sin mayor cuidado”, se jactó el jefe de los senadores.
Así que, frente a especulaciones de si hay una operación para debilitar a quienes -tomándose una foto en el mitin del Zócalo- dieron la espalda a la Presidenta hace cinco meses exactamente, lo único que, por ahora, la realidad nos confirma son las fisuras ya tienen los protagonistas de la 4T.
En medio de esas escenas de simulada unidad, la gran duda persiste: ¿de qué lado juega el siempre citado y defendido expresidente?