La Cámara de Diputados aprobó con 451 votos a favor, el dictamen que establece la obligación de los prestadores de servicios turísticos para implementar protocolos y acciones preventivas que permitan detectar la posible comisión de delitos contra la integridad de niñas, niños y adolescentes.
Además, llevar a cabo medidas de seguridad para salvaguardar la integridad y la vida de niñas, niños y adolescentes, previo a la prestación del servicio, ya sea de manera física o a través de medios electrónicos.
Para ello, deberán requerir a los turistas que sean acompañados por menores de edad, acreditar el parentesco, la patria potestad, tutela a guarda y custodia que tengan con los menores o, en su caso, acreditar su mayoría de edad a través de documentos oficiales; de lo contrario, se les deberá negar el servicio y se dará aviso a las autoridades investigadoras correspondientes sobre la posible comisión de algún delito.
El documento que adiciona las fracciones X Bis y X Ter al artículo 58 de la Ley General de Turismo, fue avalado, en lo general y en lo particular, con 451 votos a favor y remitido al Senado para sus efectos constitucionales.
Ninguna infancia más robada en México
Al fundamentar el dictamen, la presidenta de la Comisión de Turismo, diputada Tania Palacios Kuri del PAN, indicó que el dictamen habla de un dolor profundo para el país y que se esconde “en las playas de arena blanca, en los hoteles cinco estrellas, en las niñas y niños vendiendo pulseras, en las personas que reciben a turistas de forma sonriente vendiendo mucho de lo que es México. Hoy vengo a hablarles de un crimen que mancha nuestros paraísos: el turismo sexual infantil en México”.
México, dijo, es uno de los principales destinos de turismo sexual infantil a nivel mundial; ocupa el segundo lugar, solamente por debajo de Tailandia. Cada día en México más de 4 niñas o niños son víctima de abuso sexual, según datos del INEGI, y “mientras discutimos esto más de 17 mil niñas, niños y adolescentes son explotados sexualmente en el territorio, íconos turísticos que para muchos depredadores terminan siendo puntos de cacería”.
Además, destacó que se calcula que 600 mil turistas sexuales viajan cada año al país y muchos de ellos vienen sabiendo que aquí, con silencio, pueden destruir infancias sin consecuencias. El 36 por ciento de los agresores provienen de Estados Unidos y Canadá y el 10 por ciento de las denuncias apenas alcanzan a salir a la luz.
“Sabemos que más de la mitad de los menores explotados ni siquiera están escolarizados, les roban no solamente su cuerpo, les roban la sonrisa, su voz, su derecho a ser. Necesitamos acción, ya no discursos tibios ni medidas a medias. Por eso, la reforma exige a los prestadores de servicios identificar a los acompañantes de menores y denunciar cualquier sospecha son pasos urgentes, prioritarios, para arrancar este cáncer de raíz”, agregó.
Palacios Kuri destacó que es necesario que todo México se active si un solo niño está en riesgo y que quede claro: “pedir un documento no es burocracia, es protección, es un acto de amor, es un acto de justicia. Con cada omisión, con cada yo no vi, con cada no es mi problema, somos cómplices. México merece ser un paraíso para todos, no un infierno escondido para nuestras niñas y niños”.