DOLCE ÁLTER EGO 'Pide un café ¿mexicano?' - Mujer es Más -

DOLCE ÁLTER EGO ‘Pide un café ¿mexicano?’

Por. Gilda Melgar

X: @gintly

 

Con el objetivo de “resaltar la identidad nacional, fomentar el consumo del café mexicano y apoyar a las y los productores”, las secretarías de Turismo y Agricultura y Desarrollo Rural, así como la Concanaco-Servytur, presentaron esta semana la campaña “Pide un café mexicano”, a través de la cual se intentará cambiar el nombre de “café americano” por “café mexicano”.

Según lo declarado por Josefina Rodríguez Zamora, secretaria de Turismo, el cambio de denominación va más allá del nombre, pues con la campaña también se “promoverá y fomentará la valoración del arduo trabajo de las y los productores locales para resaltar la calidad excepcional del café producido a nivel nacional”.

Ignoro si el gobierno estaba “cocinando” esto mucho antes de la guerra de aranceles con Estados Unidos o del cambio de denominación del Golfo de México por “Golfo de América” ideado por Trump, o sólo se trata de otro flanco de la batalla propagandista contra “los americanos” y su legado cultural invasor.

El punto es que algo no me checa en esta iniciativa, empezando con el hecho de que cuando pedimos un “café americano” en un restaurante o cafetería no nos referimos a la procedencia del grano, sino al método de preparación elegido para nuestra bebida.

Supongo que están de acuerdo conmigo, pero vamos por partes. Cuenta la leyenda que el nombre de “café americano” surgió en Italia, después de que los aliados estadounidenses liberaron Roma (en 1944), debido a que los soldados americanos no disfrutaban del intenso sabor del expreso y pedían a los baristas italianos que les rebajaran la carga con agua caliente.

Desde entonces, lo que en Italia empezó como una designación peyorativa sobre el gusto de los estadounidenses, se convirtió en la designación mundial para referirse a la bebida a base de café expreso recién molido rebajado con agua.

Usted y yo, todos, podemos pedir un “americano” elaborado con granos de especialidad de cualquier país del “cinturón de café”. De Costa Rica, Colombia, Brasil, Sumatra, Etiopía y, por supuesto, de México, si así lo prefiere.

Por lo tanto, la campaña “Pide un café mexicano” en lugar de un “café americano” está amañada y completamente alejada del concepto de la bebida que las secretarías involucradas pretenden desaparecer del vocabulario mexicano.

¿Qué viene a su mente cuando piensa en un “café mexicano”? Definitivamente yo imagino un “café de olla”, con su toque de canela y piloncillo. También incluyo a las variedades tabasqueñas que le agregan cacao o cáscara de naranja amarga. Pero no lo relaciono con el café negro que yo bebo.

Por otro lado, la campaña “Pide un café mexicano” ha arrancado en Acapulco, donde la Canaco-Servytur convocó a cerca de 3 mil establecimientos a sumarse a la iniciativa. Digamos que ésta será la ciudad piloto o de arranque. Y otra vez meto mi cizaña preguntando: ¿por qué no en Veracruz, Chiapas, Oaxaca o Puebla, que son los estados con mayor producción nacional? Sólo ellos saben.

Estoy totalmente de acuerdo con enaltecer el grano de café producido en México y en valorar la cadena de producción; lo que no entiendo son los fundamentos de la campaña que a todas luces fue hecha al vapor y no planeada por un despacho profesional.

Vamos a ver en qué acaba. Mientras, le pregunto: ¿usted se ve pidiendo un café mexicano?

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