Futbol femenil: Si estereotipos caen se conseguirá más igualdad en el deporte - Mujer es Más -

Futbol femenil: Si estereotipos caen se conseguirá más igualdad en el deporte

La participación de las mujeres en el mundo del deporte ha aumentado, al punto de lograr la paridad en las recientes Olimpiadas de París 2024.

Uno de los deportes con mayor presencia femenina es el fútbol, donde ha habido jugadoras desde hace más de un siglo.

“Ello se refleja en la participación de las mujeres no sólo como futbolistas profesionales, sino como aficionadas y aprendices del balompié. Es un gran logro porque por mucho tiempo fuimos vistas como intrusas”, explicó Fernanda López López, colaboradora de la Dirección de Políticas de Igualdad de la Coordinación para la Igualdad de Género en la UNAM (CIGU).

“Desde chiquita quería ser futbolista, pero era muy difícil. Muchas sólo soñábamos con eso”, relató Mélany Villeda, portera de Pumas Femenil. Para Heidi González, también arquera del equipo universitario, cuando le preguntaron ¿qué quería ser de grande?, sólo consideró la medicina, el fútbol no era una posibilidad. Ellas crecieron en un mundo que les decía que las niñas no están hechas para el soccer, pero hoy son profesionales.

“El crecimiento del fútbol femenino ha sido muy importante en los últimos años. Hemos demostrado que podemos jugar”, aseguró Dania Padilla, capitana y mediocampista de la escuadra auriazul femenil.

En 2023, la FIFA reportó que había 16.6 millones de mujeres y niñas participando en el fútbol federado a nivel mundial (el 43 por ciento en Centro y Norteamérica). Como se señala en el documento Fútbol femenino, encuesta a las federaciones miembro 2023, estas futbolistas se encuentran agrupadas en 55 mil 622 clubes de fútbol femenino alrededor del mundo (Europa concentra al 59 por ciento de ellos). Además, se establece que, de manera profesional, hay 19 mil 64 jugadoras profesionales en las canchas de todo el planeta.

En México, el crecimiento de la participación ha sido ejemplar, al pasar de 50 mil mujeres y niñas en 2019, a un millón 500 mil en 2023. En dicho contexto, Fernanda López destaca el notorio aumento en cifras de profesionales, aficionadas y aprendices.

“Es crucial fomentar que quienes ya están en el deporte profesional sigan formándose y busquen ocupar puestos de toma de decisión en cuerpos técnicos, como entrenadoras, preparadoras físicas, fisioterapeutas o árbitras, pues en los clubes aún predomina la presencia masculina”.

Las universitarias se sienten satisfechas de haber “picado piedra” para que las próximas generaciones tengan mejores oportunidades. “Ellas tienen ya una perspectiva diferente a la mía. Yo tuve que iniciar en un equipo de varones, convivir con ellos y adoptar su carácter. Ahora nuestras niñas, si es que quieren ser futbolistas, deben seguir nuestros pasos y ser mejores que nosotras”, advirtió Dania Padilla.

La mediocampista puma relata que al estar cerca de las menores en las distintas divisiones se acuerda de la Dania del pasado. “Me recuerdan a esa pequeña de cinco o seis años que comenzó a jugar fútbol con la ilusión de ser profesional. Me da gusto que les hayamos marcado la ruta”.

En dicho contexto –señala– aún hay retos por alcanzar, como el de que cada vez haya más directoras técnicas o comentaristas. Eso será un fruto que se recogerá en años venideros, cuando las jugadoras retiradas incursionen en otros ámbitos.

Si estereotipos caen se conseguirá más igualdad en el deporte

En 2020, en la jornada 8 del Torneo de Clausura y después de dos años y medio de la creación de la Liga Femenil en México, las Pumas debutaron en el Estadio Olímpico Universitario. A partir de ese día, dicho recinto deportivo ha sido espacio de encuentro del equipo femenil de la UNAM. Y así, con goles y unidad, en cada partido hacen añicos los estereotipos con su ejemplo, y eso sólo es el comienzo.

De acuerdo con Fernanda López, de la CIGU, los retos que se avecinan incluyen desde niveles profesionales hasta el fútbol más recreativo. “Que las mujeres se sigan enfrentando a prejuicios por parte del equipo técnico, las familias o aficiones, habla de que todavía hay mucho por hacer”.

Al respecto, recordó que las desigualdades siguen existiendo, sobre todo las de orden patriarcal y simbólico (que marcan una distinción entre lo femenino y lo masculino), pero si los estereotipos comienzan a caer se conseguirá más igualdad en el deporte y en la vida diaria. “No fue fácil llegar ahí y es importante no dar pasos atrás. Es preciso seguir adelante, donde cada vez seamos más gente en el estadio. Recordemos que, si gana una, triunfamos todas”, finalizó la colaboradora de la CIGU.

Por su parte, Mónica Alvarado, defensa de Pumas Femenil, se siente orgullosa de ser referente para otras niñas y comparte que, por ahora, continuará jugando, pero que planea convertirse en entrenadora de divisiones menores. “Quiero ver a más mujeres poderosas en el fútbol y en esta vida; ellas son el futuro. Yo ya estoy casi al final, pero quiero estar aquí para ellas, para que nos vean como el camino”.

UNAM Global

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