Por. Saraí Aguilar
X @saraiarriozola
#Todas. Debanhi: una historia de redes, serie documental programada para estrenarse hoy, reconstruye la historia del feminicidio de la joven regiomontana y de otras víctimas en Monterrey, Nuevo León.
Dirigido por Arisbeth Márquez, con la investigación del periodista Luis Mendoza, el documental plasma cómo sucedieron los hechos, al tiempo que suma los casos de dos víctimas más: María Fernanda Contreras y Yolanda Martínez, que acontecieron en entre marzo y abril de ese año.
De acuerdo con sus creadores, #Todas. Debanhi: una historia de redes expone la ineficiencia de las autoridades en la búsqueda de la joven”, cuyo cuerpo apareció 12 días después de su desaparición en el motel Nueva Castilla, cerca de donde se le vio por última vez. Un sitio que ya se había revisado.
Y esa es la visión de sus creadores, visibilizar un feminicidio que por sí mismo ya fue bastante mediático. Hoy lo tendremos en la pantalla a través de una plataforma de streaming. Pero, ¿en verdad es en apoyo al combate de la violencia de género o es el afán de monetizar a través de la tragedia y lucrar con una causa tan sensible como el feminicidio, lo que motiva esta transmisión?
Esta pregunta resulta clave en un país donde la violencia de género está en un punto de quiebre. Solo las cifras oficiales demuestran un poco del horror que prevalece en nuestro país.
En ese sentido, es importante dimensionar que entre 2015 y 2024, el registro del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) es de 420 víctimas en 2015; en 2016 la cifra creció a 621; en 2017 fue de 708; en 2018 llegó a 861; en el 2019 la cifra fue de 1,006; en el 2020 fue de 969; en el 2021 fueron 1,004; en el 2002 descendió a 972 víctimas; en el 2023 se redujo nuevamente a 851 víctimas.
Asimismo, es importante señalar que entre los meses de enero y octubre de 2024, la cifra oficial registrada es de 695 víctimas, y que el promedio mensual registrado en ese periodo es de 70; por lo que, al cierre de este año, de continuar la tendencia, se podría llegar a una cifra aproximada de alrededor de 835 víctimas mortales.
En este punto sería clave cuestionarse si alguno de los múltiples documentales que se han generado en diferentes plataformas han tenido un impacto para disminuir la violencia de género o de cualquier otro tipo, o si solo han servido para alimentar el morbo y la revictimización.
No han sido pocas las series sobre asesinatos, feminicidios o tragedias diversas que han sido cuestionadas por los familiares de las víctimas, quienes en la mayoría de los casos no reciben beneficio alguno más allá del dolor. Asimismo, basta recordar que en el mismo país, algunos podcast como el de Saskia Niño de Rivera, han sido duramente cuestionados por lo mismo.
Desgraciadamente poco importa la violencia de género hasta que se descubre que se puede monetizar a través de ella.
A reserva de darle el beneficio de la duda, hoy sabremos de qué lado de la historia se inscribe este documental.