Por. Adriana Luna
X: @adrianalunacruz
Una novel aspirante a reportera recibe su primera asignación para la sección de Política, acudir al Auditorio de la Solidaridad, el nombre lo dice todo, provenía del slogan que significaba el poderío priista de Carlos Salinas de Gortari como presidente de la República. Durante siete décadas el PRI era invencible en las urnas y en los gobiernos local y federal.
¿El evento? Las campañas internas del PAN para elegir a su candidato a gobernador. La contienda era entre el experimentado político Gabriel Jiménez Remus, contra el joven y desconocido alcalde de Zapotlán El Grande, Alberto Cárdenas Jiménez. David vs Goliat.
Nadie daba un peso por el oriundo de Zapotlán, así que tras la entrevista a Jiménez Remus, muchos profesionales y experimentados de la información política se retiraron, ya llevaban ‘la nota’. Sin embargo, la inexperta reportera decidió quedarse al desenlace. Atestigüó el apasionado discurso de Cárdenas y cómo se le olvidó el discurso escrito a don Gabriel. Para sorpresa de todos y ante la plana mayor del PAN nacional, ganó la candidatura Alberto Cárdenas.
Posteriormente, en plena campaña política los directivos de los medios de comunicación recibían con alfombra roja al candidato priista, Eugenio Ruiz Orozco, porque era ‘obvio’ que se convertiría en el gobernador de la entidad.
Sin embargo, el hartazgo ciudadano por 70 años de gobiernos priistas y la negligencia vivida durante las explosiones del sector Reforma de Guadalajara, aunado al escozor que causó el asesinato en Tijuana del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio -con quien Alberto Cárdenas había trabajado para hacer realidad proyectos en Zapotlán- finalmente inclinaron la balanza para que llegara la alternancia a Jalisco.
El 1 de marzo de 1995, Alberto Cárdenas Jiménez asumía como gobernador de Jalisco, ante el asombro de la mayoría. No fue un sexenio fácil, tenía que sacar de raíz redes de corrupción que habían permeado por doquier. Su vida corrió peligro en varias ocasiones, la más fuerte, cuando el equipo del propio titular de Seguridad, que estaba para cuidarlo, irrumpió en Palacio de Gobierno y cortó cartucho, exigiendo que echara para atrás la destitución del ‘jefe’ que había ordenado al descubrir actos deshonestos e indefendibles.
Fue la única vez que Alberto Cárdenas sin dudarlo tomó el teléfono rojo que comunicaba en directo al Ejecutivo local con el presidente de México, en ese entonces Ernesto Zedillo Ponce de León. ¡Y sí contestó! Tras conocer la situación ordenó al titular de la V Región Militar que salvara la vida del mandatario jalisciense, lo que sucedió en unos minutos.
Sin embargo, no fue la única vez que se salvó de un atentado directo, recuerda el político jalisciense. Que por cierto, ha sido de los pocos en ocupar diversos cargos en los gabinetes tanto del presidente Vicente Fox Quezada como de Felipe Calderón Hinojosa.
Cárdenas Jiménez reconoce un grave error, que está resuelto a corregir, por estar ocupado aportando sus ideas, planes y políticas públicas en los sexenios panistas para gobernar a la Nación, se descuidó la escuela de jóvenes relevos albiazules. Cuando el partido perdió la gubernatura de Jalisco tras ‘una mentada de madre al pueblo’, y, posteriormente la Presidencia de México, se percataron que hacían falta cuadros fuertes, sangre joven, para seguir liderando políticamente las estrategias. Incluso los hijos de los principales personajes panistas se desencantaron de la política.
Hoy Alberto Cárdenas Jiménez, Francisco Ramírez Acuña, Emilio González Márquez (los tres panistas que gobernaron Jalisco consecutivamente) junto con otros hombres y mujeres que siguen fieles a los principios doctrinarios que en esencia gestaron Manuel Gómez Morín y Efraín González Luna, entre otros, se han decidido a conquistar de nuevo los corazones de los jaliscienses.
¿El propósito? Que el pueblo pueda comparar gobiernos y políticos para que en 2027 se recupere el Poder Ejecutivo en la entidad y se logre la hazaña de retomar el rumbo de toda la Nación desde la región Occidente, como sucedió un día como hoy, hace 30 años.
Pd.- ¿Cómo conozco esta historia? Soy aquella reportera que recibió la asignación de cubrir la elección para ungir al candidato panista que terminaría por abrir la puerta en Jalisco a la alternancia de gobierno.