Por. Fernando Coca
X: @Fercoca
Era abril de 2017 cuando la guerra declarativa entre el presidente de MORENA, Andrés Manuel López Obrador y el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes elevaba el tono.
Fui testigo de primera mano y de primera fila. Lo que le avivó el fuego a la pradera fue el dinero que recibió Eva Cadena, candidata de MORENA a un cargo en Veracruz. La señora Cadena fue grabada y en el video que se le veía recibir un sobre con dinero se le decía que el recurso “era para Andrés Manuel”.
Yunes aseguraba que ese dinero lo daba el exgobernador Javier Duarte. AMLO se deslindaba y aseguró el 26 de abril de ese año que Miguel Ángel Osorio Chong, entonces secretario de Gobernación y el gobernador Yunes estaban detrás de la entrega de dinero a Cadena.
En sus declaraciones, hechas en Ixtapaluca, durante la campaña de Delfina Gómez a la gubernatura del Estado de México, afirmaba que el priista y el panista (también expriista) tenían miedo del avance de MORENA en las encuestas electorales.
Ese año se elegían presidencias municipales en Veracruz.
El 29 de abril, en Chimalhuacán, tierras mexiquenses, López Obrador dio a conocer que le había enviado la “Carpeta Azul” al presidente Peña Nieto. En esa carpeta, Andrés Manuel le decía a Peña no sólo los datos de las múltiples propiedades de Yunes Linares y su familia en México y el extranjero, sino también la participación de Peña en la entrega de dinero a Eva Cadena.
En la carta que acompañaba la Carpeta Azul, Andrés Manuel le decía a Peña que “a pesar de que usted actuó para dañarme, lo que más me apena es su poco nivel político y moral. Es una vergüenza que, quien se ostenta como Presidente de nuestro gran país, México, no actúe como hombre de Estado, sino como un vulgar jefe de pandilla”.
2017 era un año de elecciones en Nayarit (gubernatura, Congreso local y ayuntamientos); Coahuila (gubernatura, Congreso local y ayuntamientos); Estado de México (gubernatura) y en Veracruz 212 presidencias municipales.
No hubo triunfo en ninguna de las gubernaturas en juego, pero la dinámica de la campaña elevaba cada día el tono de los ataques entre MORENA y los adversarios.
Sin embargo, la mayor afrenta a Andrés Manuel se dio en Huatusco, Veracruz, en una gira el 25 de mayo. Al terminar el mitin en ese municipio cafetalero, al bajar del templete López Obrador recibió una agresión a huevazos y uno le dio en la cabeza. Junto con Omar Sandoval y Gustavo Santibáñez, mi equipo de camarógrafos, protegimos a AMLO de más ataques. Lo mismo hacían César Yáñez y el equipo de logística de Andrés.
Rumbo a la camioneta que lo llevaría a Boca del Río, Andrés me dijo, “esto está muy cabrón, Coca, muy cabrón”. Ya en el mitin, AMLO declaró que estaba acostumbrado a ese tipo de ataques. Nos han descalabrado, decía, luchando por nuestros ideales, por nuestros principios y no nos vamos a detener.
En la gira por Veracruz, López Obrador era acompañado todos los días por Cuitláhuac García, presidente entonces de MORENA y por la Rocío Nahle, que era diputada federal.
Ese año marcó la disputa entre los Yunes y López Obrador y la base morenista.
Miguel Ángel Yunes se quejó siempre de que AMLO atacaba con rudeza a su familia; y López Obrador afirmaba que los ataques que recibía eran por el temor de un MORENA que se arraigaba en la gente.
Esa lucha cruel y cruda entre Yunes y su gobierno y Andrés con los dirigentes de MORENA en Veracruz son los que tienen hoy con ira a los morenistas jarochos que no aceptan y menos conciben la militancia de un Yunes en sus filas.
Y si, como dijera aquel famoso ratón ahí está el nacimiento de ese Odio Jarocho.