La Cámara de Senadores rindió un homenaje a las mujeres que nunca se rindieron ni abandonaron la lucha por la libertad, por su derecho a votar y ser votadas, a participar en la vida pública, acceder a cargos públicos y dirigir el destino de nuestro país.
En la sesión solemne para develar, en el Muro de Honor del recinto parlamentario, la leyenda: “A las sufragistas que nunca se rindieron ni abandonaron la lucha por la libertad”, senadoras y senadores advirtieron que, a 71 años de que se les reconociera su derecho a votar, persiste la desigualdad, discriminación y violencia en contra de las mujeres.
Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva, reconoció que la paridad y la igualdad sustantiva han sido insuficientes para el pleno desarrollo de este sector de la población, porque la igualdad de oportunidades aún es inexistente y las mujeres sufren una violencia permanente en todos los rincones de la patria.
El senador hizo un llamado para respetar la dignidad y libertad de todas las mujeres, sobre todo, si son pobres, indígenas y olvidadas, a las que siempre se les han cerrado todos los caminos.
La ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Yasmín Esquivel Mossa, celebró el homenaje que se rinde a todas las mujeres que dieron la valiente batalla, que levantaron la voz en los albores del Siglo XX, “por la igualdad y libertad que con ella alcanzamos” y que permitió elegir a la primera presidenta de la república y a un Congreso de la Unión paritario.
En tanto, la presidenta del Instituto Nacional Electoral, Guadalupe Taddei Zavala, subrayó que cuando llegan las mujeres a la política, al poder, a los altos cargos de dirección, se humaniza la función pública y cambia el sentido de las decisiones. Además, consideró que no basta con la paridad en el Congreso, “basta que desde aquí sigamos impulsando nuevas acciones y medidas” para mejorar las condiciones de vida de las mujeres.
Mónica Aralí Soto Fregoso, presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, recordó que el pasado 2 de junio se materializó que, por primera vez, después de 65 presidentes, una mujer dirija el rumbo de México.
La presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, Martha Lucía Micher Camarena, asentó que no puede haber igualdad sustantiva mientras haya discriminación para las mujeres, por su lugar de origen o condición social. “No vamos a parar por el reconocimiento y una vida libre de violencias para las mujeres”, agregó.
A nombre de la senadora Ana Lilia Rivera Rivera, quien promovió la inscripción de la leyenda, Mariela Gutiérrez Escalante, de Morena, afirmó que las mujeres que participan hoy en la política acreditan “igual capacidad, eficiencia y responsabilidad” que los hombres, “porque somos dignas, trabajadoras, honestas y buenas administradoras”.
Laura Esquivel Torres, del PAN, dijo que, si bien las sufragistas estarían muy orgullosas de ver a una mujer como presidenta de la república, también estarían decepcionadas de ver que “el destino de muchas juzgadoras depende de una tómbola. Las sufragistas ya tienen un lugar en la historia, ellas ayudaron a romper el techo de cristal, a nosotras nos toca evitar que miles de mujeres no queden atrapadas”.
Del PRI, Anabell Ávalos Zempoalteca, apuntó que es el momento de fortalecer el proceso democrático impulsado durante décadas, a través de la apertura, el diálogo y la sensibilidad. “Que la valentía de las mujeres sufragistas nos inspire a seguir rompiendo barreras para construir un México libre, próspero y de avanzada”, exhortó.
Por el Grupo Parlamentario del PVEM, Virginia Marie Magaña Fonseca, destacó que, con su participación, este sector de la población aporta a la construcción de un país más justo e igualitario.
Geovanna Bañuelos de la Torre, del PT, sostuvo que es importante honrar a las sufragistas que dieron la oportunidad a que hoy las mujeres estén en cargos públicos, pero también es necesario honrar a todas las que desde el anonimato “luchan todos los días porque se respeten y reconozcan nuestros derechos”.
Amalia García Medina, de Movimiento Ciudadano, destacó la lucha de Hermila Galindo y Elvia Carrillo Puerto para incorporar el lenguaje de género en el quehacer político, porque “lo que no se nombra es como si no existiera”.