Graves deficiencias en su funcionamiento, falta de independencia y omisiones en casos emblemáticos, son parte de las observaciones que hizo el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez sobre la gestión de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, durante el periodo 2019-2024.
Este informe titulado “CNDH: balance de su debilitamiento institucional durante la gestión 2019 – 2024”, se presenta en el marco del inicio del proceso renovación de su presidencia, el cual ya inició en el Senado y culminará el próximo 15 de noviembre.
El informe se avoca a analizar, de forma objetiva y sin incurrir en ningún tipo de personalización, los principales rubros de actuación de la CNDH: la gestión de quejas, la emisión de recomendaciones, la presentación de acciones de inconstitucionalidad, la difusión de comunicados que abonen a la cultura de derechos humanos y la gobernanza interna.
El documento refiere que en la actual gestión de la CNDH, encabezada por Rosario Piedra Ibarra, se emitieron más recomendaciones que en las anteriores, pero se observan deficiencias cualitativas.
Además, señala, la actual gestión se ha abstenido de emitir recomendaciones o pronunciarse frente a eventos de amplia trascendencia pública durante el anterior sexenio, específicamente en temas que involucraban a las Fuerzas Armadas.
El Centro Prodh acentua que la CNDH cerró quejas sin realizar una investigación exhaustiva en asuntos de significativo impacto público, que involucraban responsabilidades del anterior gobierno federal. Por ejemplo, la denuncia de espionaje con Pegasus por parte del Ejército contra un defensor de derechos humanos.
“Se observa laxitud en la fiscalización sobre las Fuerzas Armadas. Pese a acumular mil 816 quejas entre 2020 y 2023, la actual CNDH sólo ha dirigido 13 recomendaciones a la Guardia Nacional. En esos mismos periodos, la SEDENA, que fue señalada en mil 664 quejas, recibió únicamente 26 recomendaciones”, detalla el informe.
Sobre acciones de inconstitucionalidad, es notable la posición del organismo de no ejercer esta facultad frente a reformas impulsadas por la anterior administración federal que contravenían estándares internacionales de derechos humanos.
Respecto a la comunicación social de la institución, ésta “se caracterizó por adoptar un tono pendenciero y politizado, alejado de la solvencia técnica y la reivindicación de la voz de las víctimas, que a menudo no fue compatible con la forma y el fondo esperado de una institución promotora de los derechos humanos. Así, la CNDH emitió más de 40 pronunciamientos para desacreditar y señalar a medios de comunicación, periodistas, organizaciones de sociedad civil, personas defensoras de derechos humanos, organismos internacionales y otros órganos autónomos”.
Derivado de dicho análisis, el Centro Prodh hizo un llamado a que la presidencia de la CNDH sea renovada, optando por perfiles que mantengan un liderazgo independiente del partido en el poder; que fortalezca la capacidad de la CNDH para investigar quejas y emitir recomendaciones; que se comprometa a presentar acciones de inconstitucionalidad sin sesgos partidistas; que reoriente su política de comunicación interna y externa hacia la promoción de una verdadera cultura de derechos humanos; y que mejore su rendición de cuentas.
Puedes consultar el documento completo en: https://bit.ly/InfCNDH